La degeneración macular exudativa, o degeneración macular «húmeda», se caracteriza por la formación de vasos sanguíneos debajo de la retina. Esto a veces ocurre en quienes ya tienen la forma “seca” de la enfermedad, y los investigadores no tienen claro por qué ocurre la formación en algunas personas. La degeneración macular «húmeda» se considera una forma más grave de la enfermedad, ya que puede ser más perjudicial para la vista que la forma menor.
Es común en la degeneración macular exudativa que los vasos debajo de la retina estallen y provoquen una fuga hacia la retina misma. Esto dificulta la capacidad de ver aún más lejos. Las primeras pistas de que la sangre se está filtrando hacia la retina incluyen la distorsión de las líneas rectas, que pueden parecer onduladas o curvas. También pueden ocurrir puntos ciegos, que bloquean partes enteras del sitio. Esto se debe a que el ojo se vuelve irregular debido al flujo sanguíneo excesivo en el área.
La pérdida de visión puede ser grave en personas con degeneración macular exudativa, ya que es una de las principales causas de ceguera legal. Es posible que los pacientes no puedan completar las tareas cotidianas, como conducir un automóvil o leer un libro. Por lo general, la visión lateral no se ve afectada en este grado, por lo que normalmente no se produce ceguera total a menos que también haya otros problemas de visión.
Hay tratamientos disponibles que pueden ayudar a algunos pacientes a recuperar el sitio o prevenir un mayor daño visual. El más común es un proceso que actúa para destruir o eliminar los vasos del ojo que causan fugas. Esto se puede hacer con un láser, aunque los resultados no siempre son a largo plazo, ya que los vasos sanguíneos a menudo vuelven a crecer. Los tratamientos más nuevos incluyen medicamentos que evitan que los vasos regresen. Estos se utilizan generalmente en combinación con terapias con láser.
Estos tratamientos no son adecuados para todos los pacientes, ya que solo se pueden eliminar con éxito ciertos tamaños y formas de vasos sanguíneos. Además, muchos de los medicamentos aún se están probando para determinar su efectividad. Algunos pacientes pueden mantener la visión con tratamientos con láser recurrentes, mientras que otros pueden no ver ningún beneficio.
La degeneración macular exudativa también se puede tratar con éxito en pacientes en las primeras etapas de la enfermedad con altas dosis de vitaminas y minerales. Una teoría sobre por qué los vasos comienzan a gotear es que existen deficiencias en varios nutrientes importantes, ya sea por falta de consumo o por incapacidad del ojo para absorberlos. Tomar dosis superiores a la media puede remediar la situación y permitir que la vista se recupere.