El período de incubación de la meningitis depende del organismo causante de la meningitis, pero suele oscilar entre dos y 14 días. Durante el período de incubación, el paciente generalmente no es contagioso. El clásico trío de síntomas indicativos de meningitis son dolor de cabeza, rigidez de cuello y fiebre alta. Una vez que estos síntomas comiencen a aparecer, los pacientes podrán transmitir el organismo infeccioso a otros. Las personas con estos síntomas deben ser evaluadas y recibir tratamiento lo antes posible.
Esta condición es una inflamación en las meninges, membranas especializadas que se encuentran alrededor del cerebro y la médula espinal. Los virus, los hongos y las bacterias pueden causar meningitis, y existen vacunas disponibles para proteger contra las causas comunes de la meningitis. Las personas contraen la enfermedad al inhalar secreciones de pacientes con infecciones activas, y es más común en entornos abarrotados como barracas y dormitorios universitarios, donde es difícil proteger a las personas de los fluidos corporales infecciosos debido al contacto cercano.
Durante el período de incubación de la meningitis, los organismos causantes se reproducirán dentro del cuerpo del paciente y eventualmente desarrollarán números lo suficientemente grandes como para causar inflamación. Algunos organismos causan síntomas claros en dos o tres días, un período corto de incubación de la meningitis. Otros organismos se multiplican más lentamente o son combatidos más eficazmente por el sistema inmunológico, lo que permite que transcurran dos semanas o más antes de que el paciente comience a desarrollar síntomas.
La meningitis puede ser una afección grave con la posibilidad de causar complicaciones importantes. Las personas que han estado expuestas a una persona que se sabe que tiene meningitis deben estar atentas durante el período de incubación de la meningitis para detectar los primeros signos de infección y deben buscar tratamiento médico lo antes posible. Las personas con sistemas inmunitarios comprometidos, como los pacientes con SIDA y las personas con cáncer, necesitan un tratamiento rápido y agresivo para prevenir complicaciones peligrosas de la meningitis.
Una vez que aparecen los síntomas, se puede tomar una muestra de líquido cefalorraquídeo para averiguar qué está causando la meningitis. Esto permitirá a los médicos recetar un medicamento apropiado para matar los organismos. El tratamiento también puede incluir controles de la presión dentro del cráneo, con intervenciones si la inflamación parece estar causando complicaciones como un aumento peligroso de la presión intracraneal. Existe el riesgo de daño cerebral permanente si el tejido del cerebro se comprime o se daña durante el episodio de meningitis, y el paciente puede desarrollar problemas a largo plazo como déficits cognitivos y convulsiones. Las personas diagnosticadas con meningitis pueden alertar a sus amigos y familiares sobre el período de incubación de la meningitis para que sepan qué esperar.