El umbral de convulsiones es un punto de inflexión en la actividad cerebral de una persona donde se desarrollará una convulsión. Las personas con trastornos convulsivos tienden a tener un umbral convulsivo bajo, y esto puede agravarse con el tiempo, ya que las convulsiones pueden tener el efecto de excitar el cerebro y aumentar las posibilidades de tener otra convulsión. Comprender el papel de la actividad cerebral inicial y los puntos desencadenantes de las convulsiones es importante para el manejo exitoso de los trastornos convulsivos. Muchas personas pueden pasar sus vidas sin tener convulsiones porque sus umbrales son altos o normales.
Durante una convulsión, el cerebro experimenta una actividad eléctrica descontrolada, con neuronas que se activan repetidamente y al azar. Dependiendo del área del cerebro involucrada, el paciente puede experimentar una variedad de síntomas durante el transcurso de la convulsión, incluidos espasmos musculares y confusión. Las convulsiones ocurren cuando la actividad excitadora en el cerebro, con neuronas que disparan neurotransmisores para activar varias neuronas, aumenta rápidamente y excede la actividad inhibitoria, donde se disparan los neurotransmisores diseñados para limitar la actividad cerebral.
En una persona con un umbral de convulsiones bajo, la actividad cerebral es naturalmente alta y no se necesita mucha emoción para empujar al cerebro del paciente a una convulsión. Ciertos medicamentos están relacionados con un umbral convulsivo más bajo y los pacientes también pueden desencadenarse por estímulos como luces y olores intermitentes, estrés o hipoglucemia. Estos pacientes experimentarán convulsiones en respuesta a estímulos con los que las personas con un umbral normal o alto generalmente pueden interactuar de manera segura.
A los pacientes con epilepsia se les pueden administrar medicamentos para aumentar la actividad inhibidora en sus cerebros con el objetivo de elevar el umbral de convulsiones y hacer que las convulsiones sean menos probables. Además, pueden evitar exposiciones que se sabe que aumentan la actividad cerebral y desencadenan convulsiones, como no tomar ciertos medicamentos o evitar desencadenantes conocidos como aromas específicos. Esta combinación de medicación y evitación puede ayudar al paciente a reducir o detener la actividad convulsiva.
Cuando un paciente comienza a desarrollar signos de un trastorno convulsivo, los médicos generalmente recomendarán un examen exhaustivo para obtener más información sobre lo que está sucediendo dentro del cerebro e identificar las causas específicas de las convulsiones de un paciente. Esta información se utiliza en el desarrollo de un plan de tratamiento detallado e integral. El plan se puede ajustar con el tiempo para abordar los cambios en la condición del paciente y brindarles acceso a lo último en tratamiento y manejo de afecciones neurológicas. Los pacientes pueden ser atendidos por un especialista en convulsiones o un neurólogo general, según la naturaleza del caso.