¿Qué es la insuficiencia cardíaca?

La insuficiencia cardíaca es un término médico que se refiere a un tipo de insuficiencia cardíaca en la que el corazón no puede bombear suficiente sangre por todo el cuerpo. Las causas más comunes de la afección son la hipertensión crónica, la inflamación del tejido cardíaco y el colesterol alto. Una persona puede experimentar insuficiencia crónica, en la que los síntomas de fatiga, tos y dificultad para respirar persisten con el tiempo, o insuficiencia cardíaca aguda, donde el dolor de pecho severo y los problemas respiratorios aparecen repentinamente. La insuficiencia cardíaca generalmente se considera una afección de emergencia y una persona debe buscar atención médica de inmediato cuando comienza a notar síntomas.

La mayoría de los casos de insuficiencia cardíaca se desarrollan lentamente y empeoran con el tiempo. Las afecciones crónicas pueden ser el resultado de presión arterial alta, acumulación de colesterol en las arterias, antecedentes de ataques cardíacos o un defecto cardíaco congénito. Los casos agudos pueden ocurrir debido a un episodio severo de neumonía, un ataque cardíaco o una arritmia. Las reacciones alérgicas, los virus o los coágulos sanguíneos repentinos no tratados también pueden afectar el funcionamiento del corazón y provocar insuficiencia.

Los casos agudos de insuficiencia cardíaca generalmente se notan de inmediato. Una persona puede sentir un dolor agudo en el pecho y experimentar dificultad para respirar, entumecimiento en uno o ambos lados del cuerpo e hinchazón repentina en las extremidades que resulta de la acumulación de líquido. Una persona con problemas cardíacos crónicos generalmente comienza a notar sentimientos de fatiga y debilidad, una capacidad reducida para hacer ejercicio, empeoramiento de los problemas respiratorios y pérdida de apetito. Sin tratamiento, tanto las afecciones crónicas como las agudas pueden provocar problemas de salud permanentes o incluso la muerte.

Los medicamentos recetados generalmente se administran a pacientes con insuficiencia cardíaca crónica para ayudar a aliviar los síntomas y disminuir el riesgo de ataques cardíacos. Un medicamento popular para la insuficiencia cardíaca se llama inhibidor de la enzima convertidora de angiotensina (ECA) y actúa dilatando los vasos sanguíneos para mejorar el flujo sanguíneo y aliviar la tensión del corazón. A un paciente también se le pueden recetar betabloqueantes para ralentizar y estabilizar la frecuencia cardíaca, u otros medicamentos diseñados específicamente para aliviar afecciones subyacentes como la acumulación de colesterol.

Alguien que experimenta insuficiencia cardíaca aguda puede necesitar una cirugía de emergencia para prevenir la insuficiencia cardíaca total. Por lo general, los médicos primero intentan estabilizar el corazón con medicamentos y luego despejan quirúrgicamente los vasos congestionados o realizan un procedimiento de derivación arterial. Si el corazón se ha debilitado tanto que es totalmente incapaz de funcionar, un cirujano puede implantar un desfibrilador o una bomba cardíaca artificial para asegurarse de que la sangre siga fluyendo correctamente. En las circunstancias más graves, puede ser necesario un trasplante de corazón para salvar la vida del paciente.