El síndrome de Truman es una forma de delirio psicológico en el que el paciente cree que está atrapado dentro de un programa de televisión de realidad, o que la gente está monitoreando cada uno de sus movimientos. El nombre de este síndrome es una referencia a The Truman Show, una película de 1998 que giraba en torno a un personaje que vivía toda su vida frente a la cámara sin ser consciente de ello. Para quienes están en su sano juicio, esta condición puede sonar un poco ridícula, pero no peligrosa, aunque, de hecho, no es así: en realidad, puede ser muy peligrosa para las personas que la padecen.
Los psicólogos han sugerido que el síndrome de Truman es una ilusión basada en la cultura, señalando que tiende a surgir en países desarrollados donde hay un alto nivel de vigilancia y donde los reality shows de televisión son de fácil acceso. Muchas personas que viven en estas sociedades tienen cierto nerviosismo por estar bajo vigilancia o por el gobierno, pero las personas con esta enfermedad lo llevan a un nivel completamente nuevo, subvirtiendo preocupaciones muy reales en un engaño complejo.
Los pacientes con esta afección a menudo hacen referencia específicamente a The Truman Show, junto con otras películas y libros con premisas similares. Afirman que viven en un mundo completamente artificial donde nada es real y cada acción está cuidadosamente documentada en una cámara y vista por una audiencia de televisión o una agencia gubernamental. Al igual que el personaje principal de la película, piensan que están abriéndose paso lentamente hacia la verdad, pero nadie les cree.
Aparte del hecho de que los delirios en general pueden ser psicológicamente dañinos, esta condición también puede ser peligrosa. Las personas pueden pensar que acciones específicas los liberarán del programa, por ejemplo, permitiéndoles ganar premios, y estas acciones pueden involucrar actividades peligrosas. Las personas también pueden sentirse frustradas por las repetidas negaciones de sus delirios, arremetiendo contra amigos y extraños por igual en un intento de hacer que las personas admitan que viven en un mundo artificial. Algunos pacientes también tienen dificultades para hacer frente a eventos de la vida real, creyendo que estos eventos fueron fabricados como parte de los programas de realidad que habitan.
Tratar el síndrome de Truman es complejo. El uso de medicamentos antipsicóticos y antidepresivos puede ayudar, pero en última instancia, la mejor opción es una terapia de conversación extensa. Debido a que todo el delirio se basa en la premisa de que el mundo no es real, el psiquiatra o psicólogo tratante puede tener dificultades inicialmente para ser aceptado, especialmente si se enfrenta al paciente.