Matar el moho es un proceso relativamente simple y se pueden usar varias técnicas para matar el moho. El problema es que cuando el moho está muerto, las esporas aún pueden sobrevivir, lo que hace que el moho vuelva a aparecer en días o semanas. Por lo tanto, además de matar el moho, las personas que quieran deshacerse del moho deberán tomar algunas medidas adicionales para evitar que vuelva a aparecer.
Para las personas que están preocupadas por el uso de productos químicos agresivos en la limpieza, la buena noticia es que el moho se puede eliminar con sustancias no tóxicas que son comunes en muchos hogares. El vinagre, el jugo de limón y otros ácidos son excelentes para matar el moho, y también es posible usar una solución de aceite de árbol de té o extracto de semilla de pomelo en agua para matar el moho, agregando alrededor de 20 gotas por cada dos tazas de agua. Generalmente, no se recomienda usar lejía para matar el moho, ya que puede crear problemas de manchas en objetos que no son blancos.
Para matar el moho existente, rocíe vinagre o una de las soluciones enumeradas anteriormente en el área mohosa y deje que se empape brevemente antes de limpiar. Luego, someta el área a calor, porque el calor mata el moho y evapora la humedad, privando al moho del agua que necesita para reaparecer. En el caso de algo que pueda caber en una lavadora, como cortinas o ropa, el moho puede eliminarse lavándolo con una taza de vinagre y secándolo a temperatura alta.
Para evitar que vuelva a aparecer después de la muerte del moho, el área debe mantenerse caliente y la humedad debe mantenerse baja. Usar un deshumidificador puede ayudar en climas especialmente húmedos, al igual que abrir ventanas y puertas para ventilación cruzada. Las alfombras y los muebles que se han enmohecido se pueden tratar con una solución líquida y luego sacarlos afuera en un día soleado para matar el moho y las esporas asociadas con él. En el caso de paneles de yeso, pisos y otros accesorios con moho, puede ser necesario quitar y reemplazar el accesorio para evitar que vuelva a aparecer después de quitar el moho.
Definitivamente es preferible prevenir el moho que matarlo, porque incluso después de que el moho está muerto, puede dejar manchas antiestéticas y la presencia de moho en una casa puede tener un impacto negativo en la salud humana. La prevención del moho se puede lograr manteniendo el ambiente caliente y seco para inhibir la reproducción del moho y asegurando que las habitaciones se mantengan bien ventiladas. El moho nunca debe pintarse, enlucirse, embaldosarse o alfombrarse, porque el moho continuará floreciendo debajo de la cubierta, creando una mancha distintiva y distribuyendo las esporas al resto de la casa.