¿Qué es una marcha espástica?

Una marcha espástica es una anomalía en la forma en que una persona camina. Cuando una persona tiene este tipo de marcha, sus piernas suelen estar débiles y anormalmente rígidas. Mientras camina, mantiene las piernas más juntas de lo normal, arrastra los pies o los dedos de los pies y carece de la flexibilidad típica en los tobillos y las rodillas. A menudo, las personas con parálisis cerebral exhiben este tipo de caminar. Sin embargo, otras afecciones, incluidos los tumores cerebrales y la esclerosis múltiple, también pueden contribuir a este tipo de caminata; incluso puede desarrollarse después de que una persona sufre un derrame cerebral.

Cuando una persona tiene este tipo de marcha, las piernas, los dedos de los pies y los pies están más rígidos de lo normal. Por lo general, no flexiona los músculos ni las piernas mientras camina. En cambio, las contracciones musculares a largo plazo generalmente afectan un lado de su cuerpo y hacen que arrastre un pie o los dedos de los pies cuando camina.

Hay varias condiciones que pueden estar asociadas con esta forma de andar. Algunas personas, por ejemplo, tienen esta anomalía en la marcha como uno de los síntomas de la parálisis cerebral, aunque no afecta a todas las personas con esta afección. Un individuo también puede desarrollarlo después de sufrir un derrame cerebral o debido a un absceso cerebral. En algunos casos, la marcha espástica incluso se asocia con tumores cerebrales o esclerosis múltiple.

Existen tratamientos para esta afección, aunque es posible que no curen a una persona con esta anomalía en la marcha. En cambio, muchos de ellos ayudan a fomentar un patrón de caminata más típico. Por ejemplo, los ejercicios se utilizan a menudo para tratar a una persona con marcha espástica. Un fisioterapeuta generalmente proporciona estos ejercicios e instruye a los pacientes sobre cómo realizarlos en casa.

Muchos médicos recomiendan que las personas con esta anomalía al caminar utilicen dos tipos de ejercicios: pasivo y activo. Cuando otra persona ayuda a los movimientos de una persona con una marcha espástica, esto se conoce como ejercicio pasivo. Si la persona realiza los movimientos por su cuenta, se denominan ejercicios activos.

Los aparatos ortopédicos para las piernas también se pueden usar para mantener las piernas y los pies de una persona en la posición adecuada mientras se para y camina. Las férulas para zapatos pueden usarse con los mismos fines. Si una persona tiene problemas de equilibrio mientras camina o está de pie, un andador también puede resultar útil para tratar esta anomalía en la marcha.
A veces, también se pueden usar medicamentos para tratar este problema de la marcha. Por ejemplo, se pueden usar medicamentos para reducir la contracción muscular, pero aún se están estudiando los efectos de muchos medicamentos. La cirugía también se puede utilizar en casos graves.