El daño del nervio cubital es el daño o la disfunción del nervio cubital, el nervio largo del brazo que se extiende desde el hombro hasta la muñeca. El nervio cubital es susceptible de dañarse porque está cerca de la superficie del cuerpo, recorriendo el exterior del brazo a través del codo. El nervio cubital indica movimiento y sensación en la mano, irrigando el cuarto y quinto dedo.
Para comprender mejor el impacto que puede tener el nervio cubital en todo el brazo, considere lo que sucede cuando se golpea el codo contra una superficie dura. El hueso de la risa, como a veces se le llama, es el lugar del codo donde se cruza el nervio cubital y el impacto directo hace que el brazo sienta un hormigueo momentáneo y doloroso. Cuando esto sucede, es solo un traumatismo agudo leve en el nervio cubital, pero un impacto o abuso grave puede causar síntomas similares pero crónicos.
El daño a un solo nervio o grupo de nervios, como el nervio cubital, se conoce como mononeuropatía. El daño del nervio cubital puede ser el resultado de una lesión directa del nervio o la compresión del nervio causada por hinchazón, inflamación o presión a largo plazo. El daño al nervio puede ser inmediato si hay un traumatismo o una lesión, como una fractura o dislocación del codo, pero a menudo ocurre con el tiempo debido a la compresión.
Los síntomas de daño o disfunción del nervio cubital incluyen dolor en el brazo, especialmente en el hombro, hormigueo o entumecimiento del cuarto y quinto dedo y debilidad o pérdida de coordinación en la mano. En algunos casos, la disfunción del nervio cubital ocurre simultáneamente con el síndrome del túnel carpiano y, en casos de daño nervioso severo, la mano puede aparecer deformada o con forma de garra.
El daño del nervio cubital generalmente se diagnostica mediante un examen físico y una revisión de los síntomas, así como mediante electromiografía (EMG) y pruebas de imagen. En casos leves a moderados, la terapia con medicamentos antiinflamatorios, las inyecciones de corticosteroides y la inmovilización nocturna pueden aliviar todos los síntomas. Si los síntomas no mejoran o empeoran, es posible que se requiera cirugía para aliviar la presión sobre el nervio. La transposición del nervio cubital o transposición anterior del nervio cubital es un procedimiento quirúrgico ambulatorio que reposiciona el nervio para aliviar la presión y prevenir el daño permanente del nervio cubital.
Un médico ortopédico especializado en cirugía de la mano debe examinar la sospecha de daño o disfunción del nervio cubital. Si el daño o la lesión es leve o moderada, es probable que el problema mejore con un tratamiento no quirúrgico. Si no se trata, puede ocurrir daño permanente a los nervios, lo que podría provocar problemas permanentes de movilidad y coordinación.