Se han ideado varias pruebas psicomotoras desde principios del siglo XX para evaluar la destreza humana y los tiempos de reacción. Los propósitos de estas pruebas varían ampliamente, desde determinar los mejores candidatos para cirujanos o pilotos hasta asegurar que los niños se desarrollen adecuadamente o que los pacientes con lesiones cerebrales se estén curando. Como sugiere el nombre, una prueba psicomotora no solo mide la efectividad de una persona para realizar diversas tareas mecánicas, sino también su capacidad para procesar y seguir instrucciones de manera sucinta.
Los pilotos de entrenamiento, que buscan misiones comerciales o militares, a menudo reciben una prueba psicomotora, o una serie de ellas, para medir los tiempos de reacción, la coordinación y las habilidades para realizar múltiples tareas. Una de estas pruebas consiste en alinear líneas verticales y horizontales que cambian constantemente con un joystick para mantener un conjunto de puntos de mira ajustados en la pantalla de una computadora. Otras pruebas incluyen aquellas que miden las habilidades de discernimiento de un posible piloto o incluso simuladores de vuelo, que prueban la coordinación ojo-mano y el manejo del estrés en escenarios del mundo real.
En 2006 se desarrolló una prueba psicomotora especial para seleccionar a los candidatos que deseen realizar una cirugía laparoscópica, que requiere una serie de movimientos sutiles y precisos. Algunas facultades de medicina utilizan este tipo de pruebas para determinar si los estudiantes tienen las habilidades necesarias para seguir una especialidad quirúrgica. Otros los administran estrictamente con fines de capacitación mediante la simulación de varios procesos quirúrgicos para que los estudiantes aprendan los procedimientos adecuados de una manera más práctica antes de intentarlos en personas reales.
Se administra una prueba de psicomotricidad vocacional a los alumnos en varias ocupaciones. Las pruebas a menudo están orientadas al puesto particular que se está cubriendo. Por ejemplo, una operación de fabricación puede realizar una prueba psicomotora superficial en un candidato de trabajo simplemente colocando a esa persona en una sección de la línea de montaje de alta velocidad y pidiéndole que realice la tarea durante un período de tiempo determinado. Esto puede darle al empleador una idea de qué tan rápido y eficiente será el empleado en otras capacidades.
Los médicos o incluso los psiquiatras y psicólogos pueden querer medir la coherencia o el progreso de un paciente mediante la administración de una prueba psicomotora. Se han ideado varias pruebas a lo largo del siglo XX para ayudarlos a determinar esto. Algunos son específicos para tareas particulares, mientras que otros son más generalizados.
Una serie de habilidades básicas se evalúan durante una prueba psicomotora, desde precisión, destreza, coordinación y control hasta tiempos de reacción, estabilidad, velocidad y coherencia. Existe una variedad de pruebas rápidas que los expertos pueden utilizar para evaluar estas habilidades. Algunas de estas pruebas incluyen una prueba de destreza con pinzas, un tablero de clavijas del mismo color o un conjunto de piezas pequeñas que deben ensamblarse rápidamente.