¿Qué es la gliosis?

La gliosis es un proceso de cicatrización en el sistema nervioso central. Es el resultado de la proliferación de astrocitos en una parte lesionada o enferma del cerebro, lo que provoca la formación de una cicatriz glial fibrosa. Aunque son un elemento necesario para la recuperación de la lesión, tanto la acumulación de células gliales como la cicatrización posterior son marcadores importantes de daño neurológico. Esta cicatrización se produce después de un accidente cerebrovascular, trauma, esclerosis múltiple y enfermedad de Alzheimer, donde contribuye al daño total causado al tejido cerebral por estas condiciones.

Las células gliales son los principales efectores de las respuestas inmunitarias a las lesiones cerebrales. Los astrocitos, también llamados astroglia, son una forma especial de células gliales que se encuentran tanto en el cerebro como en la médula espinal. Apoyan las funciones de las neuronas en el sistema nervioso central, especialmente al iniciar la reparación o cicatrización del cerebro y la médula espinal en respuesta a lesiones traumáticas. Son las células primarias involucradas en el proceso de gliosis y sus cuerpos celulares modificados forman la cicatriz glial.

Cuando las neuronas se lesionan, los astrocitos proliferan en la región y fabrican proteína ácida fibrilar glial. Este compuesto hace que la astroglia forme un tejido denso y fibroso: la cicatriz glial. A medida que expanden y refuerzan su vínculo, las células llenan los espacios vacíos que deja la pérdida neuronal. La microglía y otras células inmunológicamente activas están presentes durante las primeras etapas, pero con el tiempo, el tipo de célula dominante se convierte en los astrocitos modificados. La hiperplasia, el aumento del tamaño de las células, es un marcador importante de esta transición.

La gliosis protege las células sanas de lesiones y ayuda a curar. Después de una lesión traumática, es necesario contener los resultados de la muerte celular y la inflamación para que el contenido de las neuronas dañadas no dañe a las neuronas sanas. Varias células gliales primero procesan los restos de neuronas muertas, luego la cicatriz glial crea una pared alrededor del tejido lesionado o destruido. Esta barrera puede tardar desde unos pocos días hasta muchos meses en alcanzar su forma final, dependiendo de la escala del daño tisular.

En la enfermedad neurodegenerativa, la cicatrización puede provocar un deterioro neurológico permanente, lo que impide la recuperación completa de las neuronas circundantes. Las fibras densas crean una barrera física, mientras que las sustancias químicas que inhiben el crecimiento secretadas por los astrocitos impiden que los axones de los nervios circundantes sanos se extiendan hacia la región lesionada. En un accidente cerebrovascular, por ejemplo, los tejidos privados de oxígeno morirán y serán reemplazados por cicatrices gliales. Aunque algunas funciones pueden recuperarse debido a que las neuronas sanas sustituyen a las perdidas, la recuperación completa puede verse obstaculizada por la extensión de la gliosis. Los ataques severos de esclerosis múltiple también pueden desencadenar cicatrices gliales destructivas.