¿Qué es la hipoperfusión?

La hipoperfusión se refiere a un suministro inadecuado de sangre a un órgano o extremidad como el cerebro o la mano. Si persiste, puede causar privación de oxígeno, una condición denominada «isquemia», y también priva al tejido de los nutrientes necesarios y la eliminación de desechos. Esto puede provocar la muerte del tejido y la formación de lesiones. En el caso de una mano, por ejemplo, el paciente puede perder uno o más dedos porque no puede obtener suficiente sangre.

Los letreros pueden variar según la ubicación. En las extremidades, el suministro de sangre inadecuado puede causar síntomas como entumecimiento, hormigueo y azulado. La hipoperfusión de un órgano como el corazón puede crear problemas funcionales, mientras que en el cerebro puede provocar déficits cognitivos. El paciente puede tener dificultad para hablar, confusión u olvido extremo; todos estos pueden ser factores que indican que algo va mal en el cerebro.

Hay varias causas de esta afección. Pueden incluir pérdida masiva de sangre, presión arterial baja, constricción y lesiones en los vasos sanguíneos. La identificación de la causa es un paso importante en el tratamiento, ya que debe abordarse para restablecer el flujo normal de sangre a la extremidad afectada para que el paciente se estabilice. A veces puede resultar obvio; un paciente que sufre un accidente cerebrovascular, por ejemplo, puede tener signos de hipoperfusión en parte del cerebro debido a una hemorragia dentro del cráneo.

En una evaluación de un paciente con sospecha de hipoperfusión, los profesionales médicos pueden explorar las posibles causas con un examen físico, estudios de imágenes y una entrevista. La ecografía Doppler del brazo, por ejemplo, podría mostrar que el flujo de sangre a la mano está restringido por un bloqueo. Esta prueba puede ser importante incluso si la causa parece obvia, para asegurarse de que esté completamente identificada y descrita. Si un paciente parece tener una hemorragia masiva después de un accidente automovilístico debido a una lesión en la pierna, por ejemplo, una ecografía del abdomen también podría ser importante para encontrar una hemorragia interna.

Una vez que se identifica la causa, se pueden explorar posibles opciones de tratamiento. Las reparaciones vasculares pueden abordar problemas como vasos sanguíneos rotos o bloqueados. La hipoperfusión asociada con un problema médico como la presión arterial baja puede tratarse tomando medidas para corregir el problema subyacente. Las transfusiones de sangre y líquidos pueden aumentar el volumen de sangre en las personas que la padecen debido a la pérdida de sangre. Los problemas crónicos pueden requerir una evaluación y un mantenimiento continuos para asegurarse de que el paciente reciba un tratamiento adecuado a largo plazo para detectar las complicaciones a tiempo.