¿Qué es la fimosis?

La fimosis puede ser una condición desafiante que ocurre en el hombre no circuncidado. Afecta al prepucio, que cubre el pene, y significa que el prepucio apenas se puede mover o solo se puede tirar hacia atrás una pequeña cantidad. A medida que la mayoría de los niños crecen, la piel se vuelve cada vez más retráctil, pero cuando esta condición está presente, este no es el caso. La fimosis del clítoris es bastante diferente, relacionada con la tensión de la piel o tejido adicional alrededor del clítoris femenino, lo que dificulta o imposibilita el acceso al clítoris.

El bebé varón no circuncidado comienza con un prepucio relativamente apretado que se vuelve cada vez más retráctil en los primeros años de vida. Cuando esta piel no se afloja, la fimosis está presente y los médicos pueden recomendar una variedad de tratamientos, dependiendo de qué tan molesta sea la afección. En los niños pequeños, puede ser un problema menor o ni siquiera perceptible, pero si aún no se puede lograr la retracción, algunos niños y hombres mayores tienen complicaciones como dolor en el pene, enrojecimiento en la punta del pene y dificultad para orinar sin tener alguna fuga. o goteando. A medida que los hombres se vuelven sexualmente activos, la fimosis puede resultar más desafiante o incómoda.

La principal indicación para tratar esta afección es si parece estar causando molestias, y el tratamiento puede variar desde pasos no invasivos hasta medidas quirúrgicas. Algunos médicos abogan por un tratamiento temprano si este endurecimiento se nota en los niños a la edad de dos o tres años. Se pueden usar varios enfoques, incluida la aplicación de cremas con esteroides, tirando ocasionalmente hacia adelante o hacia atrás del prepucio tanto como sea posible para aflojarlo. Algunos hombres no reciben tratamiento temprano en la vida y es posible que se adopte un enfoque similar cuando sean adultos.

La tensión del prepucio no siempre responde a los esfuerzos manuales para estirarlo. A veces, los médicos pueden usar un globo para inflar la piel para un mayor estiramiento. Otro enfoque que se ha calificado de controvertido es la circuncisión, o al menos la eliminación de parte del prepucio para que el resto pueda retraerse. En raras ocasiones, la afección se desarrolla repentinamente y la circuncisión podría ser la respuesta para tratar un problema que puede ser doloroso e incómodo.

En la fimosis del clítoris, la cirugía casi siempre está indicada y es muy leve. El procedimiento quirúrgico preferido a menudo se llama hoodectomía y consiste en extraer una pequeña cantidad de tejido para que el clítoris tenga mayor flexibilidad y esté más expuesto. Un clítoris cubierto al que no se puede acceder generalmente no es problemático para problemas como la micción, pero puede reducir significativamente el placer sexual porque hace que el orgasmo del clítoris sea imposible. Este crecimiento adicional de piel no es tan infrecuente, y las mujeres que creen que no tienen clítoris deben consultar a sus médicos para evaluar si tienen fimosis.