¿Son peligrosos los moretones?

No cabe duda de que la vida sin moretones es notablemente mejor que la vida con ellos, pero la mayoría de los moretones no se consideran especialmente peligrosos. Sin embargo, eso no sugiere que los hematomas severos no puedan conducir a otras complicaciones como coágulos de sangre, daño a los nervios y pérdida de movilidad. Estas complicaciones pueden ser mucho más peligrosas que los propios hematomas, pero rara vez ponen en peligro la vida.

La mayoría de los hematomas son causados ​​por algún tipo de traumatismo por fuerza contundente en los vasos sanguíneos debajo de la piel. Cuando estos vasos sanguíneos se abren, la sangre comienza a fluir hacia el tejido circundante. Esta sangre se acumula debajo de la piel e inicialmente se ve de color púrpura oscuro o rojo oscuro. El dolor asociado con estas heridas es causado por los nervios dañados en el área y la presión de la sangre cuando se acumula. Este dolor se puede tratar con medicamentos antiinflamatorios de venta libre, a menudo llamados medicamentos antiinflamatorios no esteroideos.

Se pueden formar coágulos de sangre en el área, pero dado que la sangre coagulada no está en el sistema circulatorio real, las posibilidades de un derrame cerebral o un ataque cardíaco son muy escasas. Los coágulos de sangre no tienen adónde ir ni forma de llegar allí, por lo que tienden a permanecer en los charcos de sangre que vemos como hematomas. Con el tiempo, el cuerpo absorberá la sangre y los hematomas deberían reducir su tamaño y nivel de dolor. Cualquier coágulo de sangre que pueda haberse formado también debe disolverse de forma natural y absorberse. Hay ocasiones en las que los coágulos de sangre pueden crear una acumulación excesiva de calcio y es posible que los depósitos deban eliminarse quirúrgicamente o mediante medicamentos recetados.

El lugar más peligroso para que se formen hematomas es posiblemente la región de la cabeza y el cuello. Las lesiones en la cabeza tienden a sangrar mucho debido a la abundancia de vasos sanguíneos. Una lesión por fuerza contundente en el cráneo podría crear una forma grave de hematoma llamado hematoma. Un hematoma puede ser muy susceptible a la formación de coágulos sanguíneos y otras complicaciones asociadas con hemorragias internas.

Por muy graves que puedan parecer estas heridas, especialmente durante las primeras horas posteriores a un trauma, deberían curarse por sí solas a tiempo. A veces, la presión de los tejidos llenos de sangre puede afectar o dañar los nervios en el área local, y esos nervios dañados, a su vez, pueden obstaculizar el movimiento muscular. Si los hematomas están cerca de las articulaciones principales, la movilidad puede verse afectada temporalmente hasta que se reduzca la hinchazón y la presión. Si una herida no parece sanar en un período de tiempo razonable, es posible que un profesional médico deba examinar o volver a examinar la lesión.