Hay muchas razones por las que se comenzará a formar un lipoma de espalda, y las causas más comunes son afecciones genéticas, lesiones y el desarrollo de un cáncer de crecimiento rápido. Un lipoma está compuesto por adipocitos encapsulados o células grasas. El bulto redondeado puede moverse debajo de la piel con muy poca presión porque no está adherido a ningún tejido circundante. Los lipomas suelen ser indoloros a menos que la masa de crecimiento lento comprima los nervios que los rodean.
Se cree que algunos lipomas son causados por una lesión traumática en el área de desarrollo. Un fuerte golpe en la espalda puede resultar en la formación de un pequeño lipoma. Este tipo de bulto se llama lipoma postraumático.
Una condición hereditaria llamada lipomatosis múltiple familiar se caracteriza por la aparición de pequeños bultos grasos debajo de una capa de piel. Además del lipoma de la espalda, una persona con esta afección puede notar la formación de lipomas en el pecho, los brazos y las piernas. En raras ocasiones, el lipoma se desarrolla en la cara o la cabeza.
Otra condición que puede causar un lipoma de espalda se llama adiposis dolorosa. Los tumores grasos también se pueden formar en el pecho y en la parte superior de los brazos y las piernas. Los lipomas pueden crecer mucho y causar un dolor extremo donde el tumor presiona los nervios adyacentes. Más mujeres que hombres son diagnosticadas con este doloroso trastorno, que incluye síntomas de dolor en las articulaciones y los huesos, dolor de cabeza y fatiga.
Si el lipoma se desarrolla principalmente en la cintura escapular superior de la espalda, la causa de la afección puede ser un trastorno llamado lipomatosis simétrica benigna. También se llama enfermedad de Madelung o lipomatosis simétrica benigna de Launois-Bensaude. Más hombres que mujeres se ven afectados por esta afección. Muchos de los hombres diagnosticados con este trastorno tienen antecedentes de abuso de alcohol.
Una forma cancerosa se llama liposarcoma. Estos tumores muy raros se forman en las células adiposas de los tejidos blandos y se pueden encontrar en cualquier parte del cuerpo. El desarrollo del liposarcoma puede ir acompañado de pérdida de peso y dolor abdominal. La resonancia magnética (MRI) se puede utilizar para diferenciar entre un lipoma benigno y el liposarcoma. Una biopsia de la masa en crecimiento indicará si es necesario un tratamiento adicional.
Los lipomas de espalda no cancerosos se pueden tratar de varias formas. La primera es simplemente dejar el bulto benigno en paz. Algunas personas encuentran los bultos antiestéticos y quieren que se los eliminen por razones estéticas. Se puede utilizar un procedimiento endoscópico o una liposucción para extirpar el lipoma. Puede inyectarse con un esteroide o una sustancia fosfatidilcolina que hace que las células grasas se atrofien en un proceso llamado lipólisis.