Una hernia escrotal, o una hernia en el escroto o en el área de la ingle, se conoce más correctamente como hernia inguinal. El síntoma principal de una hernia inguinal es un bulto en la ingle o el escroto, por lo que el profano hace referencia a una hernia escrotal. Una hernia escrotal ocurre cuando el tejido pasa a través de puntos delgados o debilitados en el músculo de la ingle, lo que resulta en un bulto que puede ser doloroso o causar ardor. Muchas hernias son el resultado de levantar objetos pesados y son diez veces más comunes en hombres que en mujeres.
Los síntomas de una hernia inguinal pueden incluir dolor, malestar o sensación de pesadez en el área de la ingle, abultamiento de ambos lados del hueso púbico o hinchazón cerca de los testículos en los hombres. En algunos casos, es posible que los síntomas no se noten y un médico puede detectar la hernia durante un examen físico de rutina.
Ciertos factores de riesgo que aumentan las posibilidades de desarrollar una hernia inguinal incluyen antecedentes familiares, estreñimiento crónico que resulta en un gran esfuerzo durante las deposiciones, obesidad moderada a severa y trabajos manuales que requieren estar de pie por períodos prolongados y levantar objetos pesados. Las personas que han desarrollado hernias previamente tienen más probabilidades de desarrollar otra.
En los hombres, una hernia escrotal puede causar dolor, hinchazón y malestar alrededor de los testículos, pero una hernia en sí no es peligrosa. Son las complicaciones que pueden surgir de una hernia las que causan preocupación. La obstrucción intestinal y la estrangulación del tejido intestinal son posibles complicaciones de una hernia inguinal y pueden poner en peligro la vida. Por esta razón, es importante que su médico controle cualquier síntoma y que se someta a exámenes físicos de rutina.
En la mayoría de los casos, un médico puede diagnosticar una hernia escrotal mediante un examen físico. Las hernias pequeñas que no causan síntomas se pueden dejar curar solas evitando causas obvias. Sin embargo, las hernias más grandes o las hernias que causan dolor o malestar probablemente requerirán reparación quirúrgica. Su médico discutirá sus opciones con usted o lo derivará a un especialista si es necesario.
A las personas que están en riesgo de desarrollar una hernia o que han desarrollado previamente una hernia se les puede pedir que bajen de peso, cambien su dieta, eviten levantar objetos y cambien los hábitos de estilo de vida, como dejar de fumar, para reducir el riesgo de desarrollar una hernia. Hable con su médico si ha tenido síntomas de dolor o malestar en el área de la ingle, ha sentido dolor o presión al toser o esforzarse para defecar, o ha experimentado otros síntomas.