Durante muchas carreras de autos televisadas, los comentaristas ocasionalmente dicen que un piloto en particular se ha metido en las canicas. Esto significa que un conductor ha entrado en un tramo resbaladizo de la vía alrededor de los bordes exteriores, particularmente en las esquinas. Las canicas en sí son en realidad piezas de goma en forma de píldora que se quitan de los neumáticos de los coches mientras corren. Los equipos de mantenimiento de vías utilizan barredoras de calles para quitar estos trozos de goma entre carreras, pero poco se puede hacer para evitar su formación durante una carrera.
Los neumáticos que se utilizan para las carreras de estilo NASCAR e IROC son completamente diferentes de los neumáticos de carretera estándar de los automóviles de pasajeros. Para proporcionar el máximo agarre entre los neumáticos y la pista, los fabricantes crean neumáticos de carreras anchos y sin surcos llamados slicks. Además de proporcionar más área de contacto, estos neumáticos lisos también utilizan una forma de caucho más suave, que literalmente se derrite por el calor de la pista y la fricción de la conducción. La superficie de una pista de carreras puede ser muy abrasiva, pero esto proporciona un agarre adicional para los conductores.
Un problema que enfrentan los conductores con estos neumáticos de goma blanda y la superficie abrasiva de la pista es la formación de canicas. Si hay 30 autos en una carrera, por ejemplo, esto se traduce en 120 llantas que pierden trozos de goma. En el transcurso de una carrera de 500 millas, la acumulación de canicas de goma y otros escombros de los neumáticos puede volverse significativa. Subviraje en una esquina de mármol puede significar una pérdida repentina de tracción o incluso un choque contra el muro de contención.
La formación de canicas se considera un mal necesario en el deporte del automovilismo. Los conductores prefieren el control y el agarre que proporcionan los neumáticos de goma más blandos, pero las abrasiones causadas por una pista de asfalto inevitablemente crean una acción de pilling. Los conductores más experimentados reconocen los peligros de conducir en las canicas durante una carrera, por lo que instintivamente se alejan de los bordes exteriores siempre que sea posible. Un número significativo de accidentes son provocados por conductores inexpertos que pierden el control en estas áreas y se deslizan por la pista.