La tarea de observar y analizar vibraciones proporciona una conciencia analítica y de seguridad vital en numerosas industrias y contextos. El monitoreo de vibraciones se basa en una variedad de tecnologías y técnicas de precisión para detectar movimientos. Estas técnicas se utilizan a menudo para calibrar equipos y monitorear los procesos de fabricación, así como para el mantenimiento predictivo y el funcionamiento de motores y turbinas. Desde la medición de perturbaciones sísmicas hasta el análisis del rendimiento del motor, los sistemas de monitoreo de vibraciones trabajan en diferentes fuerzas para reunir conocimientos valiosos que pueden mejorar las tecnologías y proteger vidas. Los tipos de sistemas de monitoreo de vibraciones incluyen acelerómetros, sensores de velocidad y sondas de remolinos.
La maquinaria en movimiento crea vibraciones. Estos pueden ser tan pequeños como vibraciones sonoras o tan grandes como terremotos sísmicos. El advenimiento de la tecnología digital permite un gran control sobre análisis sensibles, utilizando equipos que se pueden obtener ampliamente.
Las perturbaciones en el rendimiento del equipo pueden provocar fallas como fugas y grietas. Estos pueden empeorar con la exposición repetida a vibraciones. A veces se utilizan otras técnicas y equipos de alta tecnología, que posiblemente incluyan microscopios electrónicos especiales o equipos de análisis espectrográfico. La detección por ultrasonido también proporciona información sobre las vibraciones.
Los diferentes tipos de vibraciones se pueden clasificar en tres categorías: transitorias, intermitentes y continuas. Los tipos transitorios a veces se denominan vibraciones impulsivas. Estos ocurren como resultado de las voladuras, como en la remoción de tierras para la minería o la construcción. Las vibraciones intermitentes son del tipo que van y vienen, como las que ocurren con el martilleo de rocas o los rodillos vibratorios. La tarea de algunas tecnologías es detectar y medir las vibraciones cuando pueden ocurrir, como un martillo neumático que arranca y se detiene todo el día en una calle de la ciudad.
Las vibraciones continuas ocurren con el uso sostenido de equipos especiales como máquinas tuneladoras. Algunas tecnologías actúan para detectar y medir la magnitud de estas vibraciones. Podrían emplear técnicas especiales para separar variaciones sutiles en eventos a veces grandes para hacer un análisis de precisión.
Los acelerómetros son típicamente chips digitales que pueden detectar movimiento en planos o dimensiones físicas. Estos son los dispositivos que se encuentran en los teléfonos inteligentes y los controladores de videojuegos con detección de movimiento. Detectan vibraciones en proporción a la gravedad de la Tierra.
Las pastillas de velocidad, o sensores, son dispositivos mecánicos o electrónicos que pueden depender de corrientes eléctricas e imanes para su detección. A medida que el movimiento cambia de posición entre resortes o imanes, las variaciones de conductancia pueden crear lecturas, medidas como velocidad. Estos datos de monitoreo de vibraciones se pueden leer en pulgadas o milímetros.
Las sondas de Foucault también se conocen como sondas de proximidad de corrientes de Foucault. Miden el desplazamiento de un campo magnético cuando interactúa con objetos metálicos cercanos. Dependiendo de cuánto de su campo varíe alrededor de los otros objetos, esta pérdida medible de densidad de flujo se conoce como desplazamiento.
Confiar en estas tecnologías brinda a los investigadores y técnicos los medios para observar una amplia variedad de movimientos y fuerzas. Estos pueden incluir aceleración, desaceleración y otros tipos de posicionamiento espacial. A medida que las fuerzas actúan sobre los equipos de control de vibraciones, se pueden registrar e incluso activar otros procesos tecnológicos, como equipos o alarmas.