El término «sustancia viscosa gris» se utiliza para describir un evento teórico en el que la nanotecnología se volvería loca, consumiendo el medio ambiente natural y cubriendo la Tierra con una sustancia viscosa gris sin vida. El concepto se introdujo por primera vez en el libro de la década de 1980 The Engines of Creation, y muchos creadores de ciencia ficción lo adoptaron con entusiasmo. La probabilidad real de que ocurra un evento de este tipo en el mundo real es extremadamente pequeña, y muchas personas, incluido el creador de la teoría de la sustancia pegajosa gris, han desacreditado la posibilidad por completo.
La idea detrás de la sustancia pegajosa gris es que las nanopartículas autoensambladas teóricamente podrían comenzar a exceder los propósitos para los que fueron diseñadas, construyendo una amplia variedad de cosas a partir del entorno natural que las rodea. Estos replicadores eventualmente comenzarían a descomponer el medio ambiente mientras buscaban materiales de construcción, y si pudieran moverse, podrían comerse lentamente el medio ambiente, propagándose cada vez más rápidamente a medida que construyeran más de sí mismos. Según la teoría, las creaciones resultantes podrían no ser necesariamente funcionales, pero arruinarían efectivamente el medio ambiente y podrían extenderse potencialmente al espacio.
De hecho, tales partículas de ensamblaje y replicador no son necesariamente necesarias para la nanotecnología, y la tecnología puede diseñarse con mucha precisión para evitar tal escenario. El aumento de la conciencia y las preocupaciones sobre el entorno natural han llevado a muchos investigadores líderes en el campo a diseñar cajas de seguridad diseñadas para prevenir un escenario de sustancia pegajosa gris. Los investigadores han señalado que la nanotecnología capaz de crear tal escenario ni siquiera se ha inventado todavía y es posible que nunca se invente.
Aunque es poco probable que ocurra una sustancia pegajosa gris, se han planteado algunas preocupaciones legítimas sobre el uso generalizado de la nanotecnología. Los investigadores han demostrado que algunas nanopartículas parecen tener una reacción adversa en el entorno natural. El pescado, por ejemplo, puede desarrollar problemas en respuesta a las partículas utilizadas en los cosméticos que acaban en el suministro de agua. Esta investigación sugiere que la nanotecnología debe probarse cuidadosamente en entornos controlados antes de su lanzamiento.
A pesar de la desacreditación, los artículos sobre la teoría de la sustancia pegajosa gris aparecen en los medios de vez en cuando, provocando una nueva ronda de pánico sobre la nanotecnología y sus posibles consecuencias. Los creadores de ciencia ficción también disfrutan jugando con el concepto, explorando la idea de pequeños robots que podrían destruir el mundo por accidente como resultado de la constante búsqueda humana de avances tecnológicos.