Hay dos tipos diferentes de técnicas de investigación: científicas e históricas. El propósito de ambas técnicas es utilizar un enfoque lógico para obtener información sobre un tema específico. Las técnicas de investigación se pueden aplicar a una amplia gama de temas o áreas de investigación.
Las técnicas básicas de investigación se basan en un proceso formal. El orden exacto de los pasos depende del tema y el motivo de la investigación. Los ocho pasos son los mismos para la investigación básica y aplicada.
Los primeros cuatro pasos son: formación de un tema, hipótesis, definición conceptual y definición operativa. La formación de un tema suele formularse como una pregunta. La pregunta se encuentra generalmente dentro del campo de especialización de los investigadores. La hipótesis es una teoría propuesta por el investigador, que a menudo se formula como una pregunta. Las definiciones conceptuales y operativas proporcionan el alcance y el enfoque de la investigación.
Los siguientes cuatro pasos son: recopilación de datos, análisis, pruebas y conclusión. La recopilación de datos, el análisis y los pasos de prueba son el corazón de toda investigación. Es muy importante utilizar fuentes confiables, realizar experimentos y probar la hipótesis a fondo. Si los resultados de las pruebas no apoyan la hipótesis, la investigación no es un fracaso. Por el contrario, estos resultados brindan la oportunidad de revisar la hipótesis y se adquieren nuevos conocimientos.
Las técnicas o métodos de investigación histórica se utilizan con mayor frecuencia para revisar datos del pasado y sacar conclusiones que impactan en el presente o el futuro. Aunque comúnmente utilizadas por los historiadores, estas técnicas también son utilizadas por investigadores científicos. Utilizando estas técnicas, intentan identificar tendencias y teorizar sobre las causas de los brotes de enfermedades y epidemias.
Hay seis pasos en la investigación histórica. Los tres primeros son: definir la fecha de inicio, localizar la verificación independiente de la información básica básica e investigar al autor. Estos pasos son necesarios para confirmar que la evidencia utilizada es fáctica, informada por múltiples fuentes y que el sesgo del autor.
Los siguientes tres pasos son analizar la información, validarla con otras fuentes y medir la credibilidad de la información. Estos pasos requieren el uso de múltiples fuentes y un proceso de cuestionar todos los aspectos de la información. Esto incluye el uso de conocimientos generalmente aceptados sobre el período de tiempo en cuestión, hechos históricos y evidencia física.
El proceso de investigación histórica requiere una cantidad significativa de lectura, traducción, investigación y discusión. El volumen de información requerido para respaldar una teoría histórica es bastante sustancial. Este método lo utilizan a menudo profesionales con una amplia experiencia en un tema específico.