La virología es una rama de las ciencias que se centra en el estudio de virus y organismos que se comportan como virus, como priones y viroides. Los investigadores en este campo pueden trabajar con virus que atacan a plantas, animales o bacterias, realizando investigaciones tanto en el laboratorio como en el campo. Muchos gobiernos invierten mucho en virología para abordar cuestiones relacionadas con la salud pública, y las empresas farmacéuticas privadas y las instituciones de investigación también están interesadas en la virología y sus aplicaciones.
Uno de los principales objetivos de la virología es la clasificación, en la que se estudian los virus para determinar qué son y cómo funcionan. La clasificación se puede utilizar para determinar que varios virus están relacionados entre sí y que, por lo tanto, pueden funcionar de la misma manera o ser vulnerables a los mismos medicamentos antivirales. Poder clasificar los virus también permite a los investigadores determinar si el virus se ha visto antes y vincular los virus que encuentran con estudios e información existentes.
Los virólogos también se preocupan por la estructura de los virus y la forma en que funcionan. Aunque no se consideran organismos vivos, los virus pueden ser bastante complejos y han adaptado una serie de trucos ingeniosos, como secuestrar células y hacer que reproduzcan el virus o engañar al cuerpo para que piense que un agente viral no es un invasor no deseado. Comprender cómo funcionan estos organismos puede ser una parte importante del desarrollo de métodos que se pueden utilizar para erradicarlos.
Las enfermedades virales, el resultado de una infección viral, también son de interés para los virólogos, junto con los modos de transmisión y temas relacionados. Cuando ocurren brotes de virus, los investigadores realizan investigaciones para determinar de dónde provino el virus, cómo se puede tratar, cuáles son los síntomas y cómo se pueden prevenir infecciones adicionales. Los virólogos también rastrean tendencias a largo plazo, como cambios en el ADN viral o alteraciones en los niveles de inmunidad en poblaciones que están en riesgo de infección.
Los virólogos trabajan para desarrollar fármacos que puedan utilizarse en el tratamiento de infecciones virales, y también desarrollan vacunas, en las que se introducen pequeñas cantidades de antígenos en el cuerpo para estimularlo a producir anticuerpos que lo defenderán en caso de exposición viral. Algunos virus permanecen relativamente estáticos, lo que permite a los investigadores depender de la misma vacuna año tras año, mientras que otros mutan y cambian rápidamente, lo que requiere el desarrollo de nuevas vacunas y medicamentos para que la comunidad médica y virológica pueda mantenerse a la vanguardia.