¿Cómo trato un tobillo dislocado?

Una dislocación de tobillo ocurre cuando la articulación se sale de su alineación normal. El hueso astrágalo del pie se separa de la tibia en la pierna, lo que puede ejercer suficiente presión sobre los ligamentos cercanos como para causar un desgarro. Los médicos recomiendan encarecidamente que una persona que experimente dolor e hinchazón intensos en el tobillo visite una sala de emergencias lo antes posible para que los especialistas puedan diagnosticar y tratar adecuadamente una dislocación de tobillo. Un médico puede intentar volver a alinear manualmente la articulación, colocar una venda o un yeso en el tobillo y explicar los procedimientos de atención domiciliaria.

La mayoría de las dislocaciones son el resultado de lesiones agudas del tobillo por caídas o torceduras repentinas. Una dislocación suele ser fácil de reconocer, ya que la articulación se hincha inmediatamente y el pie parece estar desalineado del resto de la pierna. Se necesita atención médica profesional para tratar adecuadamente un tobillo dislocado. Antes de que haya ayuda médica disponible, una persona debe inmovilizar la articulación lo mejor posible y evitar ejercer presión sobre el pie.

Al ser admitido en el hospital, el paciente suele recibir analgésicos orales o un anestésico local para aliviar los síntomas. Después de inspeccionar la articulación, el médico aplica presión en puntos específicos para mover el tobillo a su lugar correcto. Después del procedimiento de ajuste, se toman radiografías y tomografías computarizadas para revelar la extensión del daño. En la mayoría de los casos, el médico decidirá tratar el tobillo colocándolo en un yeso, una férula o una venda dura. Las complicaciones como ligamentos desgarrados o nervios pinzados a menudo requieren cirugía para prevenir problemas a largo plazo.

Un médico de la sala de emergencias o un cirujano osteopático puede ayudar a un paciente a aprender cómo tratar un tobillo dislocado en casa durante la fase de recuperación. A la mayoría de los pacientes se les coloca muletas y se les enseña cómo usarlas correctamente antes de salir del hospital. A un individuo generalmente se le recetan analgésicos y se le dice que descanse tanto como sea posible. Si el médico dice que se puede quitar una férula, el paciente puede remojar el tobillo en un relajante baño tibio y aplicar una compresa de hielo varias veces al día para reducir la hinchazón.

Durante la fase de curación, generalmente se le indica al paciente que asista a controles regulares con su médico para monitorear el progreso. El médico pregunta acerca de los síntomas y toma radiografías para ver si los huesos se están recuperando correctamente. Si una persona tiene cuidado de tratar un tobillo dislocado de acuerdo con las recomendaciones de su médico, es muy probable que pueda volver a disfrutar de la actividad física en tan solo cuatro meses.