El propionato de halobetasol es un corticosteroide tópico. Se usa para tratar la inflamación, el enrojecimiento y la picazón de la piel causados por afecciones como la psoriasis, el eccema y las reacciones alérgicas. Generalmente es un medicamento seguro, aunque existen algunas precauciones que se deben tomar mientras se usa y algunos efectos secundarios que pueden ocurrir.
En comparación con otros corticosteroides, el propionato de halobetasol tiene una alta potencia. Es importante no usar más de lo indicado o usarlo por más tiempo de lo recetado para evitar efectos secundarios adversos. Los pacientes deben aplicarlo de acuerdo con el programa recomendado y no debe usarse durante más de dos semanas. Este medicamento debe aplicarse en una película delgada y no debe cubrirse con un vendaje o cualquier otra cubierta a menos que se lo indique un médico.
Los corticosteroides tópicos como el propionato de halobetasol no son apropiados para todas las irritaciones de la piel. Los medicamentos recetados previamente no deben usarse para tratar una afección cutánea diferente ni administrarse a otra persona. Tampoco debe usarse en la cara o la ingle a menos que lo recomiende un médico, y los pacientes deben evitar ingerirlo o que entre en contacto con los ojos.
Los efectos secundarios más comunes del propionato de halobetasol son escozor, ardor o irritación después de la aplicación. Otros efectos secundarios menos comunes pueden incluir piel seca, folículos pilosos inflamados, adelgazamiento de la piel o cambios en el color de la piel en el área tratada y formación de costras o brotes similares al acné. Se debe informar al médico del paciente sobre cualquier efecto secundario persistente o preocupante. El uso prolongado aumenta la probabilidad de efectos secundarios más graves.
Es posible absorber este medicamento a través de la piel, lo que puede provocar efectos adversos. Las personas que experimentan irritación grave de la piel, cambios en la visión o el estado de ánimo, problemas para dormir, aumento de peso o hinchazón en la cara, debilidad muscular o fatiga deben dejar de usar propionato de halobetasol y hablar con un médico. Si hay signos de una reacción alérgica, como dificultad para respirar, urticaria o hinchazón de la cara o la boca, los pacientes deben buscar atención médica de emergencia.
Este medicamento no debe administrarse a niños menores de doce años sin la supervisión de un médico. Los niños pueden absorber más ingredientes activos a través de la piel y pueden experimentar efectos secundarios más graves, incluida una tasa de crecimiento retardada. Las mujeres que están embarazadas, que planean quedar embarazadas o que están amamantando deben discutir esto con sus médicos porque no se sabe completamente si el propionato de halobetasol podría dañar al bebé nonato o lactante.