Una férula para la boca es un dispositivo que un paciente se inserta en la boca para ayudar a aliviar una variedad de afecciones, como dolor de mandíbula o rechinar los dientes. Por lo general, las férulas están hechas de plástico y requieren la habilidad de un dentista para adaptarlas al paciente. Aunque una férula bucal puede beneficiar al paciente al reducir el rechinamiento o el dolor de una mandíbula tensa, en otras personas, una férula puede empeorar la afección. Los nombres alternativos para una férula bucal incluyen férula oclusal o protector bucal.
La estructura de la boca está formada por los maxilares superior e inferior y dos filas de dientes. Los músculos también están presentes, lo que permite que la boca se mueva lo suficiente para comer, respirar y hablar. Pueden surgir problemas médicos si estos componentes no funcionan juntos de manera eficiente, causando problemas como daños en los dientes o tensión en los músculos de la mandíbula.
El rechinar de dientes es una causa importante de dolor crónico en la boca. Esta condición implica el movimiento inconsciente de los dientes superiores contra los inferiores y puede producir suficiente desgaste de los dientes y tensión en los músculos de la mandíbula, lo que resulta en dolor localizado e incluso dolores de cabeza. Como este rechinar es inconsciente, suele ocurrir durante la noche, cuando la persona afectada es incapaz de controlarlo. Por lo tanto, una férula bucal para este problema generalmente solo se usa durante el sueño.
Generalmente, una férula bucal está hecha de plástico acrílico, que es un material más duro que los productos como los protectores bucales que se usan en los deportes. Puede estar hecho de dos piezas separadas o una, y estas encajan sobre las filas de dientes superior e inferior para mantener las mandíbulas alineadas y evitar daños por trituración. Como cada paciente tiene una estructura bucal diferente, desde el tamaño de la mandíbula hasta la disposición de los dientes, el dentista suele ajustar la férula bucal a cada individuo.
La evidencia de los beneficios de las férulas bucales para rechinar los dientes es mixta, ya que algunas personas pueden beneficiarse, pero otras pueden ver un empeoramiento de los síntomas. Se puede usar una férula para la boca para tratar problemas de la articulación temporal-mandibular, que involucran problemas con las articulaciones de la mandíbula y lesiones en la mandíbula. En estos casos, una férula bucal puede ayudar a mantener la mandíbula en la posición correcta hasta que el dolor y la tensión asociados se resuelvan por sí solos. Por esta razón, estos dispositivos se pueden usar durante el día en lugar de solo por la noche.