¿Qué es la terapia IVIG?

La terapia con inmunoglobulina intravenosa o IgIV es un tratamiento intravenoso que se puede administrar una o varias veces para tratar enfermedades que surgen de infecciones virales graves, trastornos autoinmunes o inmunosupresión. También tiene una gran cantidad de usos no indicados en la etiqueta, pero dado que el tratamiento es tan costoso, estas terapias generalmente deben pagarse de su bolsillo. El costo de esta forma de tratamiento es comprensible, ya que para producir IVIG, se recolecta sangre de al menos 1000 donantes, se junta y se trata de maneras especiales para recolectar inmunoglobulina G, que es un anticuerpo. La administración de este anticuerpo puede ayudar a combatir algunas formas de enfermedad y reducir la inflamación, aunque no se conocen completamente los mecanismos precisos de por qué funciona este tratamiento.

La cantidad de veces que alguien recibiría terapia con IgIV depende del tipo de enfermedad. Algunas personas podrían recibir un tratamiento intravenoso todos los días, pero muchas otras recibirían la terapia una vez cada pocas semanas, generalmente con tratamientos con no más de tres semanas de diferencia. Se cree que la efectividad de una infusión de IVIG dura aproximadamente tres semanas como máximo, pero los espacios entre tratamientos podrían depender de la afección subyacente. Las personas podrían recibir el tratamiento en un entorno hospitalario o en una clínica de profusión, donde recibirían un control médico para asegurarse de que no tienen efectos secundarios difíciles como hinchazón extrema. Cuando los pacientes reciben un tratamiento a diario, es posible que sean ingresados ​​en un hospital para recibir atención adicional.

Aunque se cree que la terapia con IgIV es segura y puede resultar eficaz de diversas formas, existen efectos secundarios definidos. El peor de ellos, que es raro, sería contraer virus de la sangre utilizada. La sangre se analiza cuidadosamente para minimizar el riesgo de que esto ocurra, pero existe una pequeña posibilidad de que la sangre utilizada para hacer esta infusión esté contaminada. Otros efectos secundarios muy graves incluyen el riesgo de insuficiencia renal, ritmo cardíaco acelerado y accidente cerebrovascular, o el desarrollo de ciertas enfermedades como la meningitis. La mayoría de las personas pueden experimentar algunos efectos secundarios menores como dolor de cabeza, náuseas, mareos y / o fiebre, que generalmente desaparecen unas pocas horas después de que finaliza la terapia.

Como se mencionó, hay una gran cantidad de usos no aprobados sugeridos para la terapia con IgIV. Uno de los más comunes es prevenir la pérdida del embarazo en mujeres que han tenido múltiples abortos espontáneos. Los usos adicionales sugeridos varían significativamente y algunas de las siguientes afecciones se han tratado con la terapia: asma, anorexia, síndrome de Tourette, autismo, trombocitopenia, miastenia gravis, lupus, epilepsia, fibrosis quística, esclerosis múltiple, fatiga crónica y muchas otras. Dados pocos estudios sobre la eficacia de la terapia con IgIV en estos casos, generalmente se consideran tratamientos experimentales y es difícil decir qué tan bien funciona la terapia para estas afecciones.