¿Cuál es el tratamiento para la ascitis?

La ascitis, una afección en la que se acumula líquido en la cavidad abdominal, se puede tratar de diferentes maneras. Un tratamiento que brinda alivio inmediato a los pacientes es un procedimiento llamado paracentesis, que elimina directamente el líquido del abdomen. El tratamiento para la ascitis puede depender de la razón subyacente por la que se produjo la acumulación de líquido, ya que esto debe abordarse. Otros tratamientos para la ascitis incluyen administrar medicamentos llamados diuréticos, mantener una dieta baja en sodio y restringir la ingesta diaria de líquidos.

A menudo, el tratamiento a corto plazo más eficaz para la ascitis es un procedimiento llamado paracentesis, en el que se inserta una aguja a través de la parte frontal del abdomen y se drena el líquido. Este procedimiento se puede realizar con fines de diagnóstico, donde el líquido se extrae del abdomen y se analiza en el laboratorio para ayudar a determinar por qué se produjo la acumulación de líquido. También se puede hacer para reducir los síntomas disminuyendo la tensión presente en el abdomen, dando al paciente cierto alivio. Aunque una paracentesis controla eficazmente los síntomas de la ascitis, no aborda las razones por las que el líquido se acumula en el abdomen. Si se realiza una paracentesis sin realizar ningún otro cambio en el tratamiento de la persona afectada, el líquido se acumulará nuevamente.

Realizar una paracentesis inicial con fines de diagnóstico es un aspecto importante del tratamiento de la ascitis. La evaluación de este líquido puede proporcionar información importante que puede ayudar a determinar la razón por la que se desarrolló la ascitis. Uno de los aspectos más importantes del tratamiento de la ascitis es abordar el proceso de la enfermedad subyacente. Por ejemplo, el cáncer metastásico puede causar ascitis y esta acumulación de líquido abdominal nunca se resolverá por completo hasta que se trate el cáncer. Del mismo modo, si la ascitis se debe a una enfermedad hepática, se debe abordar la salud del hígado para curar la ascitis.

Parte del tratamiento de la ascitis a menudo implica suministrar al paciente medicamentos llamados diuréticos. Estos medicamentos ayudan a aumentar la micción, disminuyendo así la cantidad total de líquido presente en el cuerpo. A menudo, se administran dos diuréticos, llamados espironolactona y furosemida, a diario para tratar la ascitis. Los pacientes que reciben estos medicamentos deben ser controlados por un profesional de la salud porque pueden causar desequilibrios en la concentración sanguínea de minerales como el potasio y el sodio.

Otro aspecto del tratamiento de la ascitis es la alteración de la dieta del paciente afectado. Una dieta baja en sodio es un aspecto crítico del tratamiento porque comer sal en exceso puede provocar retención de líquidos y, por lo tanto, empeoramiento de la ascitis. Los pacientes también deben limitar su ingesta diaria de líquidos hasta cierto punto. Por lo general, se les aconseja beber menos de 50 onzas (1,500 mililitros) de líquidos al día.