¿Cuáles son los diferentes tipos de tratamiento de la balanitis?

Los ejemplos más comunes de tratamiento de la balanitis incluyen el uso de medicamentos recetados, como antibióticos y antifúngicos. Los esteroides tópicos también se recetan comúnmente para el tratamiento de esta afección. Otras formas de tratamiento incluyen la aplicación de compresas frías y cirugía.
La balanitis es una afección que ocurre cuando la cabeza del pene y el prepucio se inflaman. Suele estar relacionado con una mala higiene y puede ser bastante doloroso. Los medicamentos suelen ser una cura eficaz para la balanitis, junto con algunos remedios antifúngicos. Aquellos que experimentan efectos secundarios después de comenzar a tomar estos medicamentos deben consultar con su médico o farmacéutico para determinar si hay otro medicamento disponible.

A diferencia de los antibióticos, que normalmente deben consumirse por vía oral para un tratamiento exitoso de la balanitis, los esteroides se pueden aplicar por vía tópica. Esto los convierte en una buena opción para los pacientes que tienen dificultades para tragar pastillas. Los pacientes deben saber que los esteroides tópicos están destinados a un uso a corto plazo. Se puede desarrollar dependencia si los esteroides se usan durante un período superior a una semana.

Mientras que una compresa fría proporcionará resultados satisfactorios para el tratamiento de la balanitis, una compresa que contenga vinagre diluido con agua puede ser incluso más eficaz. Los pacientes deben asegurarse de limpiar la compresa cuidadosamente entre usos para mantener una buena higiene. No hacer esto puede empeorar los síntomas de la balanitis.

Aquellos que no ven un tratamiento completo de la balanitis a través de estos métodos pueden tener que considerar formas de tratamiento más invasivas. En algunos casos, es posible que se requiera la circuncisión. Este procedimiento, que implica la extirpación del prepucio del pene mediante cirugía, se utiliza normalmente en los casos más graves o cuando se producen recaídas. Como este procedimiento tiene una serie de riesgos asociados, debe considerarse con cuidado. Aquellos con un sistema inmunológico debilitado pueden no ser elegibles para esta cirugía.

Por lo general, se alienta a los pacientes que sufren de balanitis a mantener el área lo más limpia posible. A menudo se anima a los pacientes a lavarse el pene de forma regular con un jabón suave y agua tibia. Además, los pacientes deben mantener el pene seco para evitar el crecimiento excesivo de bacterias. A los que se someten a una cirugía para tratar la balanitis se les puede solicitar que se apliquen vendajes secos y frescos con regularidad para evitar una posible infección.