Un enema de retención es un enema diseñado para ser retenido en el intestino después de la administración para permitir que el contenido del enema se absorba a través de la pared intestinal. Después de 30 minutos a una hora, el paciente puede orinar para liberar cualquier solución de enema sobrante. Este tratamiento médico se puede brindar en casa o en un entorno clínico, y es recomendable hacerlo en el baño o encima de un orinal en caso de goteras, un problema común durante los enemas.
Los enemas de retención pueden estar contraindicados para personas con determinadas afecciones. Las personas con enfermedad renal grave pueden tener riesgo de desequilibrio electrolítico si absorben la solución de enema, y solo deben recibir este tratamiento bajo el consejo y la supervisión de un médico. Los pacientes con antecedentes de problemas cardíacos también pueden estar en riesgo porque los enemas pueden estimular el nervio vago y causar arritmias. Los pacientes que sangran o experimentan un prolapso del recto tampoco deben recibir enemas de ningún tipo. Asimismo, las personas con dolor abdominal no resuelto pueden estar en riesgo porque la distensión del colon podría ser peligrosa.
Se utilizan pequeñas cantidades de solución de enema en un enema de retención para facilitar que el paciente sostenga la solución según las indicaciones, y la solución generalmente se calienta para su comodidad. La solución puede incluir una variedad de compuestos, dependiendo de la razón por la que se haya recetado el enema, y puede administrarse con una pera o una bolsa de enema. Un enema de retención puede resultar incómodo para el paciente por la necesidad de sujetarlo, y es recomendable situarlo cómodamente antes de comenzar.
Al mezclar una solución de enema, es importante seguir cuidadosamente las instrucciones. Los productos de enema a menudo vienen en forma concentrada y deben diluirse antes de su uso. En el caso de un enema en el hogar, es posible que los pacientes deseen consultar a sus médicos para confirmar que el enema es un tratamiento seguro y apropiado para el problema. Los enemas no son un método de tratamiento preferido porque pueden provocar el debilitamiento de los músculos intestinales y otros problemas de salud.
Si se prescribe este tipo de enema, es posible que los pacientes quieran preguntar qué contiene, cómo funcionará y por qué se prescribe. Los pacientes también pueden querer discutir opciones de tratamiento alternativas y sus posibles resultados para tener una idea de las opciones disponibles. En algunos casos, este enema de retención es el mejor y más efectivo disponible, aunque puede ser desagradable.