¿Cuál es la diferencia entre la aspirina y el paracetamol?

La aspirina y el paracetamol actúan para reducir el dolor y la fiebre, pero son activos en diferentes áreas del cuerpo y brindan diferentes beneficios adicionales. La aspirina también limitará la inflamación y proporciona propiedades anticoagulantes, mientras que el paracetamol no ofrece estos beneficios. El mejor fármaco a tomar depende del paciente y de la situación. Ambos medicamentos están disponibles en las farmacias y los pacientes pueden querer hablar con el médico sobre el medicamento más adecuado para sus necesidades.

También conocido como acetaminofén, el paracetamol es un inhibidor de prostaglandinas y actúa limitando la producción de ciclooxigenasa, un compuesto químico que el cuerpo utiliza para enviar señales de dolor. La aspirina también es un inhibidor de las prostaglandinas, pero actúa sobre diferentes compuestos como los tromboxanos.

Tanto la aspirina como el paracetamol bloquearán las señales de dolor y harán que los pacientes se sientan más cómodos. El paracetamol actúa principalmente sobre los receptores del dolor en el sistema nervioso central y bloqueará la señal antes de que llegue al cerebro. La aspirina actúa localmente en el sitio del dolor para evitar que produzca señales de dolor. También reducirá la inflamación, si se presenta alguna reacción inflamatoria. La fiebre bajará con ambos medicamentos en pacientes que han desarrollado fiebre.

La aspirina tiende a ser más dura para el tracto gastrointestinal que el paracetamol, lo que puede ser motivo de preocupación en pacientes con problemas estomacales. Tanto la aspirina como el paracetamol pueden ser potencialmente peligrosos para el hígado si se toman en grandes cantidades. Los pacientes deben tener cuidado al medir las dosis y programarlas para asegurarse de que reciben suficiente medicación pero no ponen en peligro su hígado. Si un paciente sufre una sobredosis, es necesario un tratamiento rápido en un hospital.

Para problemas como dolores de cabeza, el paracetamol puede ser una mejor opción, ya que bloqueará el dolor y hará que el paciente se sienta más cómodo, sin efectos secundarios gastrointestinales. La aspirina puede ser la mejor opción cuando un paciente también tiene inflamación, ya que el medicamento tratará la causa del dolor y bloqueará las señales al mismo tiempo. Los pacientes que pesan aspirina y paracetamol para decidir cuál es el mejor fármaco deben considerar si necesitan propiedades antiinflamatorias en su medicación.

Los pacientes pueden tomar aspirina a largo plazo como medida terapéutica para prevenir el desarrollo de coágulos sanguíneos. La terapia con aspirina debe seguirse solo bajo supervisión médica, y es importante tener en cuenta que el medicamento no tratará el dolor y la inflamación, solo reducirá la susceptibilidad a la coagulación. Serán necesarias dosis más altas para tratar el dolor.