Algunos tratamientos alternativos contra el cáncer se utilizan para minimizar los síntomas, pero no ofrecen ninguna esperanza real de curar la enfermedad. Aunque algunos tratamientos afirman haber retardado o curado con éxito el cáncer, debe tenerse en cuenta que los estudios clínicos que respaldan la mayoría de estas afirmaciones son vagos o inexistentes. Algunos de los tratamientos alternativos para el cáncer más comunes son la acupuntura, la medicina homeopática y las dietas especiales. Además, a veces se usa un método llamado tratamiento «biológico». Este tratamiento implica el uso de medicamentos y hormonas que originalmente no estaban destinados al tratamiento del cáncer.
La acupuntura se ha utilizado durante siglos para una variedad de dolencias y, según muchos estudios, el tratamiento a menudo ayuda con el dolor. Además, la acupuntura a veces puede disminuir otros síntomas del cáncer, como vómitos y malestar estomacal. La acupuntura actúa dirigiéndose a ciertos centros nerviosos dentro del cuerpo y estimulando estos centros con agujas muy finas y largas. Algunos estudios indican que la acupuntura también puede estimular el sistema inmunológico, lo que podría ser un gran beneficio para muchos pacientes con cáncer.
La medicina homeopática es uno de los tratamientos alternativos contra el cáncer más populares. Este método generalmente implica dos enfoques diferentes: uno que intenta destruir o minimizar los tumores cancerosos y otro que intenta desintoxicar el hígado y los ganglios linfáticos. Los médicos homeopáticos utilizan extractos diluidos de plantas y animales en estos tratamientos. A veces, estos extractos se administran por vía oral, pero a menudo se inyectan directamente en las áreas donde se cree que están creciendo los tumores. Los tratamientos homeopáticos se utilizan a menudo junto con dietas que se cree que ayudan a curar el cáncer.
Los estudios indican que la nutrición puede desempeñar un papel importante en el tratamiento de muchos tipos diferentes de enfermedades, y la nutrición es una parte importante tanto de la medicina tradicional como de los tratamientos alternativos contra el cáncer. Una de estas dietas populares se llama Terapia Gerson. Esta dieta implica comer alimentos destinados a ayudar a desintoxicar el cuerpo y estimular el sistema inmunológico. Junto con las dietas bajas en sal y potasio, los enemas se utilizan para ayudar a eliminar las toxinas. Parece haber poca evidencia que sugiera que la Terapia Gerson realmente funcione.
Otros tratamientos alternativos para el cáncer basados en la nutrición incluyen el uso de alimentos que estimulan la producción de coenzima Q10 y alimentos con propiedades antioxidantes. Los estudios en los que participaron mujeres con cáncer de mama mostraron cierta reducción del tumor cuando se expusieron a niveles elevados de coenzima Q10. Esta enzima natural proporciona a las células energía adicional y puede ayudar al cuerpo a combatir las células cancerosas invasoras. Tanto el Q10 como los antioxidantes luchan para librar al cuerpo de los radicales libres, que pueden causar una mutación celular que eventualmente puede conducir al cáncer.