Los neurólogos tratan el secuestro de disco según los síntomas que experimenta el paciente y los resultados de los estudios de imágenes. Este tipo de hernia de disco ocurre comúnmente en el cuello (cervical) o en la región inferior de la espalda (lumbar). Los médicos pueden sugerir tratamientos y terapias no quirúrgicas. La gravedad de este tipo de hernia de disco y la probabilidad de que la afección no se revierta, a menudo resulta en una intervención quirúrgica. La tecnología moderna proporciona a los cirujanos el equipo necesario para realizar procedimientos de corrección de disco que son menos invasivos que los del pasado.
Si no se tratan, los discos herniados se deterioran y progresan a un estado desgarrado o roto en el que el disco pierde parte de la sustancia gelatinosa interna conocida como núcleo pulposo. Esta condición avanzada es lo que se conoce como secuestro de disco. La ruptura no solo reduce el cojín tan necesario entre las vértebras, sino que puede hacer que el gel se disperse en el espacio entre la vértebra y los nervios sensibles de la columna vertebral. Esto puede causar una variedad de síntomas que pueden incluir entumecimiento y hormigueo, diversos grados de dolor, debilidad de las extremidades o pérdida de reflejos. La inflamación y la hinchazón suelen seguir a la irritación original.
Los tratamientos no quirúrgicos para esta afección pueden incluir aplicaciones alternas de frío y calor, tomar medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) de venta libre o recetados. Los neurólogos también pueden administrar inyecciones de anestésicos / corticosteroides directamente en el área afectada. La anestesia proporciona un alivio inmediato del dolor, mientras que el esteroide produce efectos antiinflamatorios a largo plazo. Los médicos a veces sugieren fisioterapia para mejorar la fuerza muscular alrededor de la región afectada. El fortalecimiento de los músculos más débiles permite que los músculos más tensos se relajen, lo que mejora la alineación de la columna y reduce la presión sobre el disco herniado.
Cuando el tratamiento no quirúrgico o los cambios en el estilo de vida no mejoran lo suficiente los síntomas de secuestro del disco, los médicos suelen recomendar algún tipo de cirugía de descompresión. Los procedimientos quirúrgicos comunes que se usan para tratar la corrección del secuestro de disco incluyen disectomía o microdisectomía. Los cirujanos suelen realizar procedimientos de disectomía con el paciente bajo anestesia general. Tras realizar una pequeña incisión de unos 3 centímetros de largo, acceden a la zona afectada disecando el músculo y tejido hasta llegar al lugar específico. Luego eliminan el núcleo pulposo expuesto y quizás parte o todo el disco roto, después de lo cual fusionan las dos vértebras. La fusión espinal causa inmovilidad en el área de la fusión, lo que luego puede resultar estresante para otras áreas de la columna.
Otro tratamiento para el secuestro de disco incluye el procedimiento mínimamente invasivo conocido como microdiscectomía. A través de una incisión más pequeña que la que se usa para la disectomía y utilizando instrumentos microscópicos o fluoroscópicos, los cirujanos extraen la masa gelatinosa desplazada y parte o la totalidad del disco roto. Los médicos pueden realizar este procedimiento con anestesia local o general.