La sulpirida es un medicamento que se usa para tratar la esquizofrenia. En una clase de medicamentos conocidos como antipsicóticos, ha tenido un éxito marginal en el tratamiento de pacientes esquizofrénicos. No está disponible en todos los países, algunas áreas aún realizan pruebas de seguridad y otras lo han descontinuado.
El medicamento actúa para interferir con algunas de las señales químicas que se envían de un lado a otro del cerebro. Conocido como antagonista selectivo de la dopamina D2, una de las principales sustancias químicas con las que interfiere la sulpirida es la dopamina. En el caso de las personas a las que se les ha diagnosticado esquizofrenia, normalmente hay una cantidad de dopamina en el cerebro superior a la normal. Esto hace que el cerebro se vuelva hiperactivo y, con esa sobreestimulación, surgen emociones más elevadas y comportamientos indeseables, a menudo perturbadores o peligrosos.
La sulpirida actúa bloqueando la capacidad del cerebro para recibir la gran cantidad de dopamina que se libera y, en cambio, ayuda a mantener niveles normales. Se ha descubierto que esto tiene un impacto significativo en una amplia variedad de síntomas asociados con la esquizofrenia, desde una falta total de emoción hasta alucinaciones y comportamiento agresivo. Dado que la dopamina ayuda a controlar la forma en que una persona se expresa, equilibrar los niveles puede ayudar a controlar los problemas de comportamiento.
En algunos casos, la sulpirida también se combina con otro medicamento para tratar otras afecciones. Los estudios han demostrado, por ejemplo, que la sulpirida puede tener un impacto positivo en las personas con síndrome de Tourette, disminuyendo el número de movimientos involuntarios y tics que sufren. Aquellos con trastornos de ansiedad, pensamientos obsesivos y otros tipos de neurosis han mostrado alguna mejora con los tratamientos que involucran este medicamento, pero las pruebas están en curso. También se ha descubierto que la sulpirida reduce algunos de los síntomas externos de la enfermedad de Huntington y aumenta la tasa de curación de las úlceras cuando se combina con otros medicamentos.
Hay una serie de efectos secundarios asociados con el medicamento, aunque muchos desaparecen a medida que el cuerpo se adapta al medicamento. La inquietud y el movimiento incontrolable, latidos cardíacos irregulares, temblores, insomnio, dolores de cabeza y sequedad de boca son ocurrencias comunes. Las molestias gastrointestinales, como estreñimiento o diarrea, no son infrecuentes. Algunas mujeres pueden experimentar cambios en su ciclo menstrual y sensibilidad en los senos también.
Se ha considerado que el medicamento no es seguro para su uso en niños, así como en personas con algunas afecciones preexistentes. Por ejemplo, la sulpirida puede ser peligrosa para quienes han sido diagnosticados con enfermedad hepática o renal, cáncer de mama o algunos trastornos sanguíneos. En general, no se recomienda para mujeres embarazadas o en período de lactancia, ya que existe un peligro para el niño en ambos casos.