¿Qué es la cirugía de arteria coronaria?

La cirugía de las arterias coronarias es un tratamiento para la enfermedad de las arterias coronarias (CAD), que hace que una o más de las arterias que alimentan el corazón se bloqueen. Con este procedimiento quirúrgico, las arterias coronarias se pueden desviar con una vena injertada para que el corazón pueda bombear sangre libremente. La cirugía de la arteria coronaria es una de las cirugías mayores más comunes que se realizan en los países industrializados. Este tipo de cirugía también se llama cirugía CABG, que significa cirugía de injerto de derivación de arteria coronaria.

La enfermedad de las arterias coronarias, o enfermedad cardíaca, ocurre cuando las arterias que alimentan el corazón se estrechan como resultado de la acumulación de placa. La placa es un material compuesto de colesterol, grasas y minerales, que se acumula en las paredes de las arterias. A medida que la placa se acumula, las arterias se endurecen y se estrechan, lo que impide el flujo sanguíneo hacia y desde el corazón. Esta reducción del flujo sanguíneo significa que el corazón no siempre puede obtener suficiente oxígeno, lo que provoca un tipo de dolor en el pecho llamado angina. Si el flujo de sangre al corazón se interrumpe por completo, puede ocurrir un ataque cardíaco.

Las arterias que solo están parcialmente ocluidas se pueden reparar con angioplastia, un procedimiento quirúrgico en el que se elimina la placa de las arterias afectadas. A veces, las arterias están tan gravemente dañadas que una angioplastia no es una solución viable. En estos casos, se puede realizar una cirugía de la arteria coronaria para desviar las arterias bloqueadas. Los objetivos de esta cirugía son mejorar la capacidad del corazón para bombear sangre, disminuir los síntomas de la enfermedad de las arterias coronarias como la angina, reducir el riesgo de ataque cardíaco y permitir al paciente un estilo de vida más activo.

La cirugía de la arteria coronaria se realiza bajo anestesia general por un cirujano cardiotorácico. Durante este procedimiento, el cirujano extraerá un trozo de vena sana de otra parte del cuerpo; normalmente se utilizará una vena de la pierna. El trozo de vena se sutura quirúrgicamente a la arteria bloqueada para proporcionar un bypass para la sangre que no puede atravesar la obstrucción. Para hacer esto, se cose un extremo de la vena debajo del bloqueo y el otro extremo por encima del bloqueo. Todo el procedimiento dura aproximadamente cuatro horas.

Después de la cirugía de la arteria coronaria, la mayoría de los pacientes permanecen hospitalizados durante cuatro a seis días, a menos que ocurran complicaciones. En aproximadamente el 25 por ciento de los casos, los pacientes experimentan alteraciones en el ritmo cardíaco durante los primeros días después de la cirugía. Esto es temporal y se cree que ocurre como resultado del estrés físico que la cirugía ejerce sobre el corazón. Un pequeño número de pacientes puede requerir cirugía adicional, generalmente debido al sangrado continuo durante el período de recuperación.

Después de regresar a casa, se alienta a los pacientes a realizar cambios en la dieta y el estilo de vida para prolongar la vida útil del injerto y reducir los riesgos de un mayor bloqueo arterial. Generalmente se recomienda una dieta baja en colesterol, grasas saturadas y grasas trans, junto con un programa de actividad física para mejorar la fuerza y ​​la forma física. Después de la cirugía, la mayoría de las personas pueden tener un estilo de vida activo y normal, incluido el regreso al trabajo.