La dilatación esofágica es un procedimiento médico que se utiliza para ensanchar una parte estrecha del esófago. El esófago es un tubo largo que va desde la boca hasta el estómago y se usa para tragar y transportar alimentos o líquidos. Cuando el esófago se estrecha, se vuelve difícil de tragar y causa malestar o dolor. Como tal, una persona afectada se somete a un procedimiento de dilatación esofágica para tratar la afección. En algunos casos, pueden ser necesarios procedimientos repetidos para mantener un esófago ensanchado.
Hay una variedad de causas de un esófago estrecho, que incluyen infecciones, enfermedades y procedimientos médicos. El reflujo debido al ácido del estómago es probablemente la causa más común de la afección. Otras causas incluyen enfermedades de los músculos del esófago, trastornos de la motilidad del esófago y anillos o redes de tejido en exceso. Además, la afección también puede surgir por la ingestión de ciertos productos químicos, de una cirugía y también de un tumor. Además, cualquier lesión que dañe e hinche los tejidos del esófago puede provocar la afección médica, ya que la cicatrización hace que las áreas previamente lesionadas se vuelvan rígidas.
En general, el procedimiento de dilatación esofágica consiste en insertar un dilatador por el esófago para dilatar o estirar el área estrechada. Los diferentes tipos de dilatadores incluyen dilatadores de balón, dilatadores tipo bougie y dilatadores rígidos. Dependiendo de la causa y el alcance de la afección, el procedimiento de dilatación esofágica también puede incluir endoscopia y fluoroscopia. Si la endoscopia es parte del procedimiento, el paciente también se someterá a sedación. Además, con o sin endoscopia, se usa un aerosol anestésico local para adormecer la garganta durante el procedimiento.
Dependiendo del tipo de equipo utilizado, la dilatación esofágica puede durar entre unos minutos y media hora. Durante este tiempo, el paciente puede sentir una leve presión a medida que el dilatador se expande dentro de su esófago. Posteriormente, el paciente es monitoreado por un tiempo y luego liberado para que continúe con sus actividades diarias. Por supuesto, aquellos que fueron sedados necesitarán más tiempo de observación. La recuperación del procedimiento es relativamente rápida y, por lo general, el paciente puede recuperarse al día siguiente.
Existen algunas complicaciones que pueden surgir de la dilatación esofágica. Durante el procedimiento, puede producirse un desgarro en el esófago, lo que provoca sangrado. Además, también se pueden formar perforaciones o agujeros en el esófago. Los signos de complicaciones incluyen dolor de pecho, dificultad para tragar o fiebre. En general, es posible que algunas personas tengan que someterse repetidamente a dilatación esofágica hasta que la parte estrecha del esófago se ensanche por completo, pero si no tiene éxito, es posible que el paciente tenga que recurrir a otros métodos de tratamiento, como una cirugía mayor de tórax.