La mayoría de los techos texturizados están recubiertos con un material llamado masilla, y los dos métodos de aplicación más utilizados para texturizar un techo son la aplicación manual y el uso de una herramienta llamada rociador de texturas. Un rociador de texturas es un tipo de cerbatana que rocía el material de textura directamente sobre el techo. El uso de un rociador suele ser una forma menos laboriosa de texturizar un techo. Agregar textura a mano requiere el uso de una herramienta para esparcir, como una paleta. Los rociadores de texturas generalmente requieren el uso de un compresor de aire, y ambas herramientas generalmente se pueden alquilar en centros de mejoras para el hogar o empresas que se especializan en el alquiler de herramientas y equipos.
Antes de intentar texturizar un techo, debe asegurarse de que la superficie del panel de yeso esté limpia y preparada. La imprimación se aplica generalmente como la pintura y tiene aproximadamente el mismo tiempo de secado. La aplicación de masilla a los paneles de yeso en bruto puede hacer que el color se manche cuando se seque. También debe asegurarse de que no haya pedazos sueltos de cinta para paneles de yeso, ya que el peso de la masilla puede hacer que se afloje más y se caiga del techo.
La masilla generalmente se puede comprar mezclada, pero es posible que pueda ahorrar algo de dinero mezclándola usted mismo. Es una sustancia seca en polvo y se le agrega agua hasta lograr el espesor deseado. Idealmente, la masilla mezclada debe tener la consistencia de un lodo blando. Una vez mezclado, puede agregar perlas de espuma o purpurina si lo desea. Agregar perlas de espuma le permitirá crear una textura burbujeante, que es una buena manera de cubrir los defectos de los paneles de yeso.
El uso de un rociador de texturas ahorra tiempo y, por lo general, logra un acabado más uniforme. Los rociadores vienen con un tanque que contiene la masilla. Una vez lleno, conecte el rociador a un compresor de aire y simplemente apriete el gatillo para dispensar el material. Deberá experimentar con la distancia y el grosor hasta obtener el aspecto que desea.
Para texturizar un techo a mano, necesitará usar una llana para su aplicación inicial. Después de untar la masilla, deberá volver a revisarla y crear el tipo de diseño que desee. Puede hacer esto de varias formas, dependiendo del estilo que desee. El uso de una esponja le da un aspecto de estuco áspero, o puede crear patrones horizontales o verticales con un cepillo ancho o un peine. Por lo general, es importante trabajar con un área pequeña a la vez, porque si la masilla comienza a secarse, es más difícil trabajar con ella.