¿Cómo defendieron los franceses a París durante la Primera Guerra Mundial?

París es conocida como la «Ciudad de la Luz», pero durante un corto período de tiempo en 1918, se trataba de permanecer en la oscuridad. La Primera Guerra Mundial se acercaba a su fin y, aunque las fuerzas aliadas parecían preparadas para la victoria, los franceses no corrían ningún riesgo con respecto a su amada capital. Los pilotos alemanes seguían lanzando bombas, así que para asegurarse de que París se mantuviera fuera de su radar, los planificadores militares franceses idearon un plan digno de un éxito de taquilla de Hollywood: construirían un París falso. El esquema detallado incluía una simulación de los Campos Elíseos y el Arco del Triunfo, lámparas multicolores que daban la impresión de fábricas en funcionamiento, réplicas de edificios de madera y trenes y vías falsas. La «ciudad» estaría a las afueras del verdadero París, a lo largo de un tramo similar del río Sena. El único problema resultó ser el tiempo. A diferencia de esas películas de guerra dramáticas, la trama se redujo en lugar de espesarse, y nunca se desarrolló una escena culminante: el París fingido todavía estaba en construcción cuando Alemania lanzó su último ataque aéreo de la guerra en septiembre de 1918.

El lado luminoso de la «Ciudad de la Luz»:

A pesar de ser una de las ciudades más concurridas del mundo, París no tiene señales de alto.
El ochenta por ciento de los visitantes del Louvre, o unas 30,000 personas por día, vienen a ver la «Mona Lisa».
Todas las estaciones de tren importantes de París contienen un piano, que cualquiera está invitado a tocar.