¿Qué es la calidad del agua?

La calidad del agua en los Estados Unidos está altamente regulada, lo que implica pautas estrictas y pruebas de calidad del agua. Como resultado, el agua potable en los Estados Unidos se encuentra entre las más seguras para beber del mundo. Aunque la calidad en los Estados Unidos es alta, todavía existen algunos problemas subyacentes. Por lo tanto, tanto el gobierno local como el federal trabajan constantemente para garantizar que todos en la comunidad tengan agua potable segura.

El agua potable proviene de dos fuentes principales. El agua superficial, como lagos, ríos y embalses, proporciona gran parte del agua que se utiliza como agua potable. El agua subterránea, que se extrae de los pozos, también es una fuente de agua potable de uso común en las zonas rurales.

El agua superficial generalmente requiere tanto filtración como desinfección para alcanzar los estándares de calidad del agua potable. El agua subterránea se considera la fuente de agua más pura. Esto se debe a que se filtra naturalmente cuando pasa a través de las capas de roca y sedimento en un acuífero. En la actualidad, la Agencia de Protección Ambiental (EPA) y los estándares de calidad garantizan que el agua subterránea también se someta a un tratamiento tecnológico. La mayoría de los sistemas de agua agregan cloro u otros desinfectantes para purificar el agua dentro del sistema de distribución de agua y garantizar la más alta calidad.

Los proveedores de agua de la comunidad local, como las ciudades, también deben proporcionar un informe anual sobre la calidad del agua a sus clientes. Hacen esto para que el consumidor pueda ser un «perro guardián» cuando se trata de los niveles de seguridad de su agua potable. Los informes brindan información sobre el agua potable local, incluida la fuente del agua y los contaminantes que se encuentran en el agua.

Según la EPA, los estándares de calidad del agua son la base del programa de control basado en la calidad exigido por la Ley de Agua Limpia. Un estándar de calidad del agua consta de cuatro elementos básicos. Primero, designa usos del cuerpo de agua. A continuación, crea criterios de calidad para proteger los usos designados. En tercer lugar, establece una política contra la degradación para mantener y proteger los usos existentes y las aguas de alta calidad. Finalmente, establece políticas generales que abordan cuestiones de implementación.