Los cloradores son dispositivos que se utilizan para inyectar cloro en el agua. Se utilizan para agregar cloro al agua con fines de desinfección. Los cloradores también se pueden usar para agregar cloro a las aguas residuales para destruir las bacterias y eliminar los olores.
Se dice que los cloradores son bastante sencillos de operar. La fácil operación, combinada con la capacidad del cloro para destruir bacterias dentro de un período de tiempo deseable, hace que los cloradores sean populares para una serie de aplicaciones. Además, el cloro ofrece protección a largo plazo contra ciertas bacterias y tiene un costo bastante bajo.
Los cloradores se utilizan a menudo en piscinas. Las piscinas pueden albergar patógenos peligrosos que prosperan en el agua y tienen la capacidad de amenazar la salud de los nadadores. A veces, las bacterias que se encuentran en las piscinas pueden causar erupciones o enfermedades. Los cloradores pueden usarse para eliminar las piscinas de estos patógenos a menudo invisibles, pero aún peligrosos.
Aunque el cloro es capaz de destruir ciertas sustancias nocivas, su uso en piscinas recreativas generalmente no es dañino para los humanos. Sin embargo, demasiado cloro puede irritar los ojos y la piel. Una sobreabundancia de cloro en una piscina también puede causar vapores fuertes. Por lo tanto, es importante elegir un buen modelo de clorador, capaz de regular eficazmente la cantidad de cloro en el agua.
Además de mantener limpias las piscinas, los cloradores tienen otro propósito útil. Trabajan para reducir la cantidad de mano de obra necesaria para el mantenimiento de la piscina. Con muchos tipos de cloradores, la cantidad de cloro en el agua solo necesita verificarse semanalmente. La mayoría tienen medidores automáticos que indican si se necesita o no más cloro. Estos indicadores también indican cuando el agua tiene demasiado cloro.
Los cloradores con medidores automáticos facilitan el ajuste de los niveles de cloro. Muchos permiten al usuario cambiar los niveles de cloro con un simple giro de un dial. Con un ajuste tan fácil, los propietarios de piscinas pueden pasar más tiempo disfrutando de sus piscinas y mucho menos en el mantenimiento de la piscina.
Aunque la mayoría de las personas no tienen que preocuparse por desinfectar su propia agua potable, existen algunos lugares en los que los propietarios consideran necesario hacerlo. En tales lugares, se pueden usar cloradores para hacer que el agua sea segura para el consumo humano. A menudo, estos cloradores forman parte de los sistemas de tratamiento internos, junto con los descalcificadores y los filtros.