Una sala de tormentas es una estructura independiente que se puede construir sobre el suelo y se utiliza como fuente de protección durante una tormenta severa, como un tornado o un huracán. La sala de tormentas está construida con material de Kevlar, que es el mismo material del que están hechos los chalecos antibalas. Una vez que estas cámaras de tormenta se instalan correctamente, pueden resistir una tormenta de categoría 5 con velocidades de viento de hasta doscientas cincuenta millas por hora. Estas cámaras de tormentas varían en tamaño desde 4 x 6 (1.22 x 1.82 m) hasta 12 x 12 (3.65 x 3.65 m), y muchos tamaños y formas intermedias.
Muchas personas, especialmente las que viven en regiones del mundo propensas a las tormentas, buscan protección adicional para su familia. A menudo, los sótanos y los sótanos de almacenamiento se utilizan para protegerse del viento y las fuerzas de tormentas peligrosas, como tornados o huracanes. Muchas casas se están construyendo sin sótanos o sótanos para tormentas, lo que deja al residente con opciones limitadas sobre dónde acudir para protegerse durante una tormenta. Pueden seleccionar un pequeño armario o baño para ayudar a protegerlos, pero la fuerza del viento que puede generar un tornado podría penetrar fácilmente un baño o armario. Incluso si se han agregado contraventanas y contraventanas a la casa, es posible que no sea suficiente protección. Como alternativa a esto, la instalación de una cámara de tormenta brinda la protección que las personas buscan.
La sala de tormentas se puede instalar como una estructura separada de la casa o se puede construir en el sótano o en el garaje. El único requisito es que sea un lugar de la casa libre de inundaciones. La sala de tormentas no tendrá ventanas para que no haya riesgo de que los escombros salgan despedidos a través de la habitación, lo que permite una protección aún mayor. También debe construirse sobre una base de losa que se puede encontrar en un garaje o sótano.
Hay muchos grandes beneficios de tener instalada una cámara de tormentas. El beneficio más importante es que brinda al residente suficiente protección para resistir una tormenta de categoría cinco, lo que aumenta drásticamente las posibilidades de supervivencia. Estas habitaciones también son lo suficientemente grandes como para almacenar los materiales necesarios, como alimentos, agua o suministros de primeros auxilios, lo que permitirá al residente sobrevivir mejor a la tormenta y las secuelas. Cuando no se usa, esta habitación se puede usar fácilmente como una sala de almacenamiento para colocar artículos que se usan con poca frecuencia, siempre que se puedan quitar fácilmente.