¿Cómo puedo trasplantar una planta?

Parte del cuidado adecuado de las plantas de todos los tamaños y edades es el trasplante, para fomentar un crecimiento saludable y refrescar el suelo. Las plantas jóvenes deben trasplantarse con más frecuencia porque están creciendo rápidamente, mientras que debes trasplantar las plantas de interior más viejas cada pocos años. En general, es hora de trasplantar una planta si tiene raíces unidas, lo que significa que las raíces luchan por tener espacio en la maceta. El proceso de trasplante es sencillo y sus plantas lo apreciarán inmensamente.

Aproximadamente una vez al año, retire suavemente las plantas de interior para comprobar la salud de sus raíces. Haga esto inclinando la planta boca abajo con una mano y tirando suavemente de la planta con la otra mano. Las plantas más grandes pueden requerir dos personas. Las raíces sanas serán firmes y de color blanco o pálido, mientras que las raíces no saludables serán oscuras y viscosas, lo que sugiere que se pudrirá.

Recorte las raíces no saludables antes de volver a colocar la planta en su maceta vieja o trasplantarla, si es necesario. Si las raíces han formado una bola densa que es exactamente del tamaño de la maceta, debes trasplantar la planta en una maceta aproximadamente un tercio más grande. Si las raíces no han crecido demasiado, reemplace la planta en la maceta vieja con tierra fresca.

La mejor época del año para trasplantar las plantas es la primavera o principios del verano, cuando están creciendo. Para trasplantar una planta, comience colocando una capa de tierra en la nueva maceta. Separe las raíces de la planta antes de trasplantarla, para que puedan esparcirse en la nueva maceta. Coloque la planta en el medio de la maceta y presione la tierra a su alrededor para que la planta esté rodeada de manera uniforme con tierra nueva y aumente el nivel de la tierra a aproximadamente una pulgada (tres centímetros) por debajo del borde de la maceta. Riegue la planta a fondo, agregando tierra si es necesario para volver a subir el nivel del suelo.

Después de trasplantar la planta, puede experimentar un impacto durante varios días. Esto es bastante normal, ya que el trasplante puede ser una experiencia traumática. Mantenga la planta en un lugar cálido y asegúrese de que el suelo esté húmedo, aunque no empapado. La planta se instalará en su nuevo hogar y comenzará a producir un nuevo crecimiento, siempre que esté bien cuidada.

Tenga cuidado con algunas plantas que no necesita trasplantar con tanta frecuencia. Por ejemplo, se debe permitir que ciertos bulbos rompan las macetas con sus raíces para estimular la floración. Otras plantas como cactus y suculentas prefieren dejarse en la misma maceta, aunque debes renovar la capa superior de tierra todos los años. Otras plantas, especialmente las plantas jóvenes y los esquejes, deberán trasplantarse con más frecuencia porque están creciendo: evalúe las necesidades de sus plantas individualmente.