Una tubería principal de agua es una tubería principal que se utiliza para transportar agua desde una planta de purificación y tratamiento hasta los consumidores. Los conductos de agua también se conocen como alimentadores primarios, y se unen a los conductos de agua más pequeños conocidos como alimentadores secundarios que amplían el alcance de la red de distribución de agua. Las estructuras individuales se conectan a los alimentadores secundarios para acceder al suministro de agua. La red es un aspecto clave de un sistema de distribución de agua, por lo que es fundamental mantener la red en buenas condiciones para evitar interrumpir el suministro de agua potable.
Antes de que llegue a la tubería principal, se debe adquirir agua. El agua puede provenir de fuentes subterráneas, embalses, ríos desviados, lluvia recolectada, etc. Muchas comunidades utilizan embalses como instalaciones de almacenamiento para sus suministros de agua a fin de aumentar la seguridad del agua al garantizar que el agua esté disponible en abundancia. El depósito contiene agua no tratada, ya que no tiene mucho sentido tratar el agua para su almacenamiento, especialmente si el agua puede estar expuesta a la escorrentía de fuentes no tratadas.
El tratamiento y la purificación del agua implican la filtración para eliminar microorganismos, toxinas y sedimentos. El agua también puede tratarse con cloro para mantenerla libre de microorganismos y, en muchas comunidades, está fluorada para la salud de los ciudadanos. Una vez tratada, el agua se puede desviar a una tubería principal, que toma la forma de una gran tubería subterránea.
Para que el agua baje por la tubería principal, debe estar presurizada. Algunos sistemas de distribución de agua utilizan un sistema de alimentación por gravedad para mantener una presión constante en la tubería principal, de modo que cada vez que alguien abre un grifo, la presión expulsa el agua. En otros casos, es posible que se necesiten bombas para la presurización. La presurización puede ser un gran problema con los edificios altos, ya que es posible que el agua no llegue hasta los pisos superiores y, a veces, estos edificios tienen sistemas de presurización secundarios que se utilizan para mantener la presión.
Pueden surgir varios problemas con una tubería principal de agua. Si la presión es demasiado alta, puede hacer que la tubería explote. Asimismo, las tuberías también pueden fallar cuando están degradadas, viejas o dañadas. La red también puede dañarse o cortarse accidentalmente por trabajos de construcción, aunque generalmente se entierran profundamente y se protegen para evitarlo. Cuando falla una tubería principal, se utilizan cierres para aislar el área de la falla para que los trabajadores puedan reemplazar la sección dañada de la tubería rápidamente.
Algunas ciudades están experimentando problemas de infraestructura con sus tuberías principales de agua como resultado de un mantenimiento deficiente. En estas regiones, las secciones de las tuberías viejas no se han reemplazado debido a preocupaciones sobre los gastos o la falta de planificación y, como resultado, estas tuberías están fallando y creando problemas de agua.