Las cabinas de recubrimiento en polvo son recintos dedicados al proceso de recubrimiento en polvo, que generalmente se encuentran en instalaciones industriales. Se utilizan principalmente para dos propósitos relacionados: restringir la dispersión del polvo utilizado en el proceso y contener y capturar el exceso de pulverización, es decir, cualquier polvo que no se adhiera al objeto. Si el polvo se dispersa en el entorno general de la instalación, puede representar un peligro para la salud, especialmente para cualquiera que lo inhale. Además, cualquier polvo pulverizado en exceso se puede recolectar y reutilizar, una economía que no está disponible en la pintura en húmedo y es difícil de obtener en la galvanoplastia.
El proceso de recubrimiento en polvo funciona de dos maneras: en la primera, se sumerge un objeto en un baño de polvo de recubrimiento y, en la segunda, el polvo se rocía sobre el objeto con un rociador especial. Una carga electrostática, impartida al objeto o al propio polvo, proporciona la adhesión del polvo al objeto. Después de la aplicación, el objeto se cuece en un horno especial, durante el cual el polvo se derrite y fluye hacia una superficie dura y lisa. En cualquier caso, parte del polvo puede escapar al entorno cercano, lo que representa un peligro potencial para los trabajadores desprotegidos. Las cabinas de pintura en polvo son una solución más económica que proporcionar equipo de protección para todos en una instalación y establecer protocolos para garantizar que realmente estén usando ese equipo.
Las cabinas de pintura en polvo generalmente no se sellan durante la operación porque muchas aplicaciones requieren que un operador rocíe el polvo sobre el objeto, aunque la tecnología robótica ha hecho posible construir y operar cabinas de pintura en polvo que están completamente cerradas. La carga eléctrica que proporciona la adhesión del polvo al objeto a veces se imparte al objeto mediante una corriente que pasa a través de los clips que lo suspenden en el aire; en otros casos, el propio polvo se carga cuando sale de la boquilla del pulverizador.
Algunas cabinas de polvo están equipadas con una variedad de filtros para capturar el polvo rociado antes de que pueda escapar de la cabina; otros, especialmente los modelos más grandes, emplean tecnología de recolección de polvo para ventilar la cabina y recolectar cualquier exceso de polvo del escape. Esta es una consideración importante para las instalaciones que realizan una gran cantidad de recubrimiento en polvo, porque una de las características que hace que el recubrimiento en polvo sea una alternativa económica a la pintura en húmedo o la galvanoplastia es que se pierde muy poco polvo como desperdicio; muchas cabinas de recubrimiento en polvo prometen recolectar más del 90% del polvo pulverizado en exceso, que luego se puede reutilizar.