Una tuerca de remache tiene una carcasa plegable con roscas internas que permiten al instalador colocar roscas estructurales en materiales delgados sin llegar detrás del material para enroscar una tuerca en el extremo de un sujetador. Se requieren herramientas especializadas para instalar una tuerca de remache en un material y proporcionar una conexión fuerte en el material delgado. Algunas de las herramientas están diseñadas para proporcionar el orificio para la instalación, y otras están diseñadas para colapsar la carcasa exterior de la tuerca para mantenerla en su lugar en el material. El uso incorrecto de las herramientas permitirá que la tuerca de remache instalada gire en el orificio de montaje o se extraiga del material delgado. Ambas situaciones dan como resultado una conexión débil que requerirá que el instalador instale otra tuerca de remache.
Las brocas son la primera herramienta necesaria para instalar una tuerca de remache en el material base. El tamaño de la tuerca remachadora indica el tamaño de la broca necesaria para perforar un agujero en el material. Dado que las tuercas de remache funcionan con tolerancias estrechas, se requiere un orificio del tamaño exacto para garantizar que la tuerca de remache no se afloje después de la instalación. Cada tuerca de remache se suministra con el diámetro del orificio necesario para garantizar una instalación ajustada, y el tamaño de la broca no se puede sustituir. Un motor de perforación sostiene y gira la broca durante el proceso de perforación.
Los motores de perforación de velocidad variable permiten al instalador cambiar la velocidad de rotación de la broca, que es un activo valioso al perforar materiales más duros que se endurecen al perforar. El endurecimiento por trabajo hará que el extremo de la broca se desafile, brille y eventualmente se derrita antes de que tenga la oportunidad de perforar el material base. A medida que el área endurecida por el trabajo se enfría, el instalador tendrá dificultades para insertar una tuerca de remache en el orificio perforado. Después de perforar el orificio del tamaño correcto en el material, se necesita otra herramienta especializada para asegurar la tuerca en el material base.
Las herramientas para tuercas remachadas consisten en un mandril roscado unido a dos mangos. Sobre los mangos se encuentra un cabezal que tiene un ajuste que permite al instalador ajustar la cantidad de tracción ejercida por la herramienta. Se requiere el espesor de material correcto para asegurar que la parte colapsada de la tuerca permanezca apretada en el material. El uso inadecuado de una herramienta para tuercas remachadas hará que el mandril roscado se rompa y arruine las roscas que se encuentran dentro de la parte colapsada del cuerpo de la tuerca.