El arenado húmedo es un proceso similar al lavado a presión. Se utiliza para eliminar suciedad, pintura y otros materiales difíciles de eliminar de superficies duras, como hormigón o metal, en un proceso conocido como granallado abrasivo. Este proceso también se utiliza para la limpieza industrial.
El proceso de pulido con chorro de arena húmedo implica el uso de abrasivo mezclado con agua. Este abrasivo húmedo, o arena húmeda, se expulsa de la boquilla a través del aire suministrado por una manguera presurizada y una unidad de compresor de aire. La humedad obstruirá el equipo de arenado en seco, por lo que se requiere equipo especializado para este proceso.
En la mayoría de los casos, este equipo especializado es una unidad de lavado a presión modificada. Usando abrasivos, como arena de sílice o granate para depósitos más pesados o medio de bicarbonato de sodio para limpieza industrial, estas unidades de chorro de arena en húmedo pueden brindar una limpieza con agua fría que puede eliminar los escombros depositados y la pintura de la mayoría de las superficies duras. Este líquido abrasivo se suministra mediante un kit que incluye una línea de recogida de abrasivo y una boquilla especialmente diseñadas para mezclar el abrasivo y el agua a medida que esas sustancias salen de la unidad de pulverización.
Las aplicaciones comunes para el pulido con chorro de arena húmedo incluyen trabajos de puentes, superficies de carreteras y repintado de aceras. Las cuadrillas de carreteras y los pintores a menudo usan equipos de chorro de arena en húmedo para quitar pintura u otras sustancias antes de realizar reparaciones o repintar las superficies. En muchos casos, los abrasivos a base de agua son el método preferido para este tipo de trabajo porque esas sustancias no perforan la estructura de la base como lo hacen los abrasivos secos.
El pulido con chorro de arena húmedo no crea el polvo ni los peligros ambientales del pulido con chorro de arena en seco, por lo que este proceso se puede utilizar en muchos lugares donde el pulido con chorro de arena en seco no ha sido una opción viable. El polvo y los peligros medioambientales de los abrasivos transportados por el aire han hecho que el chorro de arena en seco sea peligroso para muchos entornos. El chorro de arena húmedo elimina el polvo y los contaminantes en el aire, lo que lo convierte en una opción más segura en lugares donde el polvo y la contaminación no son deseados.
Aunque el proceso de pulido con chorro de arena húmedo se considera mucho más seguro que el proceso de pulido con chorro de arena en seco, no está exento de inconvenientes. Uno de los mayores problemas asociados con el proceso es la oxidación instantánea; la aparición rápida de óxido o manchas en la superficie con partículas de óxido de hierro en metales recién limpiados o lijados. El pulido con chorro de arena húmedo utiliza la humedad como parte del proceso de lijado y, por lo tanto, expone el metal a un entorno en el que el óxido instantáneo comienza a asentarse casi de inmediato si el metal no está protegido por un imprimador o sellador de algún tipo.