La virtualización completa es un proceso en el que un sistema informático completo se convierte en una estructura de software. Esta construcción actúa como el hardware original en todos los sentidos. El software que está diseñado para el hardware se instalará en la construcción como si fuera la computadora real y luego se ejecutará con poca o ninguna ralentización. El uso de la virtualización completa tiene varios usos, como probar software en un entorno virtual o expandir la utilidad de una sola computadora o servidor a través de sistemas operativos virtuales. Si bien la virtualización parcial es muy común, la virtualización completa es relativamente poco común.
Para ser una virtualización completa, todo un sistema de hardware debe transformarse en software. Cada acción y matiz del hardware original debe trasladarse al sistema virtual. Dado que se trata de una empresa tan grande y algunos fabricantes de sistemas toman medidas para desalentarla, la virtualización completa es algo poco común. Es mucho más común encontrar virtualización parcial, donde están presentes todos los bits del sistema necesarios, pero el sistema de hardware físico maneja gran parte de los cálculos y funciones de bajo nivel.
En una máquina de virtualización completa, el software emula la máquina original tan de cerca que cualquier programa se instalará en el software sin conversión ni pasos adicionales. La interfaz virtual imita el hardware configurado hasta tal punto que el software se ejecutará exactamente de la misma manera que se ejecuta en el sistema natural. Con la virtualización parcial, casi siempre hay un retraso en los programas instalados cuando los comandos se mueven entre el hardware emulado y el real.
Hay varias razones por las que la virtualización completa es un objetivo informático importante. Cuando una máquina y su sistema operativo están completamente virtualizados, es posible ofrecerlos a usuarios individuales como un entorno de escritorio completo. Los usuarios pueden utilizarlo exactamente como quieran, modificando cualquier configuración o instalando cualquier programa. Si surge un problema, los administradores pueden simplemente eliminar el segmento virtual específico del usuario y luego darles uno nuevo y limpio.
Del mismo modo, el sistema de hardware / software aislado en un entorno de virtualización completo está completamente separado del hardware de la máquina real. Esto significa que un usuario, independientemente de lo que pueda hacer, nunca interactuará realmente con el hardware físico. Esto significa que las acciones destructivas del usuario, ya sea a propósito o accidentales, son menos dañinas para el sistema real.
El último objetivo común es el más técnico. Dado que el sistema de software no está limitado por el hardware real presente en el sistema, el hardware virtual puede modificarse para mejorar el rendimiento sobre la máquina original. Es posible que se elimine el hardware redundante o innecesario. Es posible que se modifiquen los parámetros del hardware existente para actuar de formas que eran imposibles para el hardware original. Esto permite que el sistema funcione con la máxima eficiencia, algo casi imposible de hacer para un sistema de hardware real.