La epistemología es una rama de la filosofía que se ocupa de la posibilidad y el alcance del conocimiento humano. Del griego episteme, que significa «conocimiento», la epistemología concierne a todas las disciplinas científicas que contribuyen a los esfuerzos colectivos de los seres humanos. Las teorías epistemológicas buscan descubrir la naturaleza, los orígenes y los límites del conocimiento humano.
Es seguro decir que todo filósofo desde el comienzo de la civilización se ha preocupado hasta cierto punto por la epistemología. La filosofía es, por definición, el amor a la sabiduría o la búsqueda del conocimiento verdadero. Con un escrutinio cuidadoso, los filósofos intentan diferenciar la verdad de las creencias y las apariencias. La epistemología tiene como objetivo proporcionar una base para lo que consideramos conocimiento verdadero.
Muchos de los filósofos más importantes, como Platón y Aristóteles, sostuvieron que el conocimiento es posible. Su epistemología se basaba en la capacidad de diferenciar claramente entre apariencia y realidad. Para Platón, esta epistemología se ilustró de manera famosa a través de su teoría de las formas. La epistemología de Aristóteles afirmó que el verdadero conocimiento se puede obtener mediante el examen de causa y efecto, combinado con la aplicación de la razón y la lógica.
Otras escuelas filosóficas antiguas, en particular los escépticos, declararon que todo conocimiento es imposible. Para ellos, lo que llamamos conocimiento solo se considera creencia en el mejor de los casos. En otras palabras, nunca podemos estar seguros de que algo sea lo que parece. La epistemología de los escépticos provocó una gran respuesta de otras escuelas de filosofía, como los estoicos, que se dedicaron a la idea de que el conocimiento es de hecho posible.
Aunque el escepticismo fue producto de la antigua Grecia, experimentó un renacimiento en la Europa del siglo XVI a principios de la Ilustración. La famosa filósofa Renee Descartes, frustrada por la ignorancia generalizada de la Edad Media, trabajó para formar una epistemología que proporcionara pruebas de la posibilidad del conocimiento verdadero. Descartes comenzó adoptando la postura escéptica de que no sabemos nada. Al considerar que todo su conocimiento previo era solo una creencia, su mente estaba libre para descubrir la verdad más simple, básica o necesaria que no podía ser refutada lógicamente. Llamó a esto el «método de la duda».
Descartes se desanimó después de descubrir que podía dudar de casi todo debido a la posibilidad de que toda su experiencia pudiera estar sesgada por sus percepciones. Cada sensación derivada de sus sentidos físicos muy bien podría estar engañándolo. Finalmente, descubrió que para ser engañado, debe tener una mente y ser un ser pensante, o como dijo: Cogito Ergo Sum, o pienso, luego existo. Infirió que, porque podía pensar, podía saber con certeza que existía. Para Descartes, esta verdad fue el comienzo de una epistemología que estableció la posibilidad del conocimiento.