El término «primer idioma» se refiere al idioma con el que una persona está más familiarizada y más acostumbrada a hablar. Por lo general, es el idioma que una persona escucha y eventualmente aprende en los años siguientes después de su nacimiento. El término se diferencia en gran medida de otros términos como «lengua materna», ya que generalmente se refiere al idioma de un grupo colectivo, no de una persona. El primer idioma también se distingue del «segundo idioma», que pertenece al idioma que una persona habla con menos fluidez.
Muchos lingüistas y educadores de la primera infancia ven la adquisición y el aprendizaje del lenguaje como una habilidad que debe desarrollarse con el tiempo, en contraste con que es innata e instintiva. Este principio se puede ver en la adquisición de un primer idioma, ya que el niño necesita escucharlo constantemente desde su entorno, como por ejemplo de sus padres en casa. Después de un cierto período de imitar los sonidos, el niño comenzará a asociar las palabras con el objeto al que pertenecen, y eventualmente aprenderá a encadenar varias palabras en frases y oraciones de acuerdo con la sintaxis de ese idioma específico. Cuando el niño ha aprendido a hablar su primer idioma en los “años cruciales”, probablemente antes de los 6 años, es más probable que retenga el idioma por el resto de su vida, incluso cuando haya aprendido otros idiomas o haya emigrado a otro país.
Los niños a menudo pueden tener solo un primer idioma, pero esto no siempre es así, especialmente en países que aceptan más de dos idiomas, como India, Singapur y Hong Kong. Cuando un niño tiene dos o más primeros idiomas, se lo identifica como «bilingüe» o «multilingüe». Los padres bilingües también son más propensos a transmitir la fluidez de dos idiomas a sus hijos. Estudios anteriores afirmaron que los niños a los que se les enseña dos idiomas pueden confundirse, pero estudios más recientes han demostrado que los niños bilingües tienen mejores procesos de pensamiento en cosas como clasificar y organizar objetos. También pueden tener mejores habilidades sociales, ya que junto con el lenguaje, el niño también aprenderá las señales no verbales y el decoro asociados con el lenguaje.
El primer idioma de una persona revela mucho sobre su identidad y su educación, especialmente cuando su primer idioma no es el «idioma nativo» de su país de origen. Por ejemplo, un niño filipino que habla inglés con más fluidez puede haber nacido en una familia de clase alta a media, haber estado expuesto a una cultura más occidental y puede socializar con otras familias de clase media. En muchas ocasiones, una persona que tiene un primer y un segundo idioma tiende a mezclar los dos idiomas mientras habla, una acción llamada «mezcla de código».