¿Cómo escribo una nota de simpatía?

La nota de simpatía ideal será breve, positiva y de apoyo a la familia. Si alguien nunca “sabe qué decir” en tales ocasiones, “lo siento y tu familia estará en mis pensamientos y oraciones” es suficiente. Enviar la nota es la parte importante, no su elocuencia o falta de ella.
La nota de simpatía ha existido durante muchos años, ya que la gente generalmente quiere mostrarle a un amigo o ser querido que se recuerda en su momento de duelo. La nota de simpatía es una costumbre civilizada y ha perdurado desde que la gente ha expresado sus sentimientos utilizando la palabra escrita.

Muchas costumbres se formalizaron en los siglos XVIII y XIX, y una fue la nota de simpatía. La nota a menudo se enviaba en papel con bordes negros o cartulina, acorde con su tema sombrío. A veces se entregaban personalmente en el hogar, pero a medida que el correo se volvía más confiable, también se enviaban de esa manera.

La nota de condolencia se puede enviar tan pronto como alguien se entere de una muerte, pero también se puede enviar después del funeral o un par de semanas después. A veces, la peor parte de una muerte es después de que se han finalizado todos los arreglos y se conmemora al ser querido. El impacto comienza a desaparecer y la gente a menudo encuentra que las pocas semanas después del funeral son insoportablemente vacías. Una nota de simpatía en este momento puede ser solo una muestra de apoyo y amistad que la persona en duelo necesita.

Una nota de simpatía no tiene por qué ser larga, elaborada o anormalmente elocuente. Simplemente puede expresar dolor por la pérdida y la tranquilidad de que la persona está en los pensamientos y / o en las oraciones del remitente. Si el remitente conocía personalmente al difunto, se puede incluir un recuerdo breve y feliz, como: «Recuerdo que tu mamá siempre nos hacía galletas después de la escuela y lo divertida que era».

Estas palabras brindan un gran consuelo a las familias. Saben que su ser querido era importante para los demás y esto es vital para pasar por el proceso de duelo. Los recuerdos tristes o los malos rasgos de carácter nunca deben mencionarse en una nota de simpatía. Eso es el colmo del mal gusto y roza la crueldad.