¿Cuál es la relación entre historia y discurso?

La prosa, ya sea una obra de ficción o no ficción, se puede dividir en dos componentes principales: historia y discurso. La historia se refiere a los eventos que transmite una pieza de prosa, ya sean hechos reales de una noticia o hechos imaginarios de ficción. El discurso, por otro lado, se refiere a las técnicas y métodos que utiliza un autor para presentar esos eventos básicos a fin de moldear la percepción del lector de los eventos en una narración.

Los hechos detallados en una obra escrita son generalmente simplistas y amorales, es decir, ni buenos ni malos en sí mismos. Una pieza de prosa puede hablar de un país invadiendo a otro, pero el evento en sí no es ni correcto ni incorrecto, simplemente ocurrió. Por ejemplo, el evento en sí no suele decirle a los lectores si el país estaba justificado para invadir al otro.

El discurso es el elemento de la prosa que enmarca los eventos para abordar cuestiones de ética y establece las connotaciones de la acción dentro de la mente del lector. El autor puede lograr esto mediante el uso de adjetivos, adverbios, metáforas y otros recursos descriptivos para establecer connotaciones de bueno y malo para el lector. Por ejemplo, un autor podría hablar de un país «poderoso» que invade a uno «débil» o «indefenso». Al hacerlo, el escritor enmarca el hecho como una situación de injusticia contra el país que fue invadido, poniendo a esa nación como protagonista y a la invasora como antagonista. Alternativamente, el autor podría revertir esta percepción al referirse a un país «oprimido» que finalmente ataca a su vecino «cruel».

Una historia es típicamente una serie de eventos que ocurrieron en orden cronológico. Otra forma de discurso es elegir relatar historias en un orden similar o seleccionar qué eventos incluir, cuáles excluir y el orden en el que contar los eventos. De esta manera, historia y discurso se combinan para producir una versión particular de una serie básica de eventos.

Usando el ejemplo anterior de naciones vecinas en guerra, un autor puede decidir crear simpatía por el país invasor al comenzar una historia con un evento terrible que le ha sucedido. Si se escribe de esta manera, las acciones del país invasor pueden parecer justificadas para el lector. Luego, el autor podría cambiar las tornas de sus lectores al incluir un flashback de un evento que tiene lugar antes del comienzo de la historia. Esta información podría justificar el hecho original, que le había parecido tan repugnante al lector, que reformula los roles de protagonista y antagonista.

La forma en que un autor usa la historia y el discurso puede depender de los objetivos del autor para la narrativa. Si el escritor está tratando de crear una pieza objetiva e informativa, como un artículo de noticias, puede enfocarse en presentar los eventos de la historia y el discurso juega poco o ningún papel en la configuración de la interpretación del lector. Por el contrario, si el autor cuenta una historia para evocar un sentimiento particular en el lector, presentando eventos para que el lector los vea con una luz particular, entonces el creador puede usar métodos de discurso para dar forma a la historia y evocar la reacción deseada del lector. Esta última técnica es empleada a menudo por ensayistas y escritores de ficción persuasivos.