Cuando se dice que alguien está “deprimido”, significa que parece deprimido o desanimado. Términos similares incluyen «en el vertedero», «sintiendo la tristeza» o «desanimado». Muchas culturas tienen alguna forma de expresión para describir a alguien que está deprimido, utilizando el giro de la frase como forma abreviada para describir el estado mental de alguien.
Los angloparlantes han estado usando «los vertederos» para referirse a un estado depresivo desde el siglo XVI, y la expresión «abajo en la boca» surgió a mediados del siglo XVII. Es una referencia a las esquinas dobladas de un ceño fruncido, ya que la mayoría de las personas asocian el ceño fruncido con malestar o infelicidad. Cuando alguien es descrito de esta manera, significa literalmente que su boca está compuesta en una expresión hacia abajo, debido a un estado general de tristeza que impide sonreír.
Además de usarse para referirse a alguien que está deprimido, este modismo también se usa para describir a alguien que está enfermo. Muchas personas se sienten un poco tristes cuando no se sienten bien porque no están funcionando a plena capacidad y pueden sentirse frustradas o simplemente malestar en general. Además, estar enfermo a menudo deja a las personas mucho tiempo para pensar en los problemas de sus vidas, y esto también puede crear un sentimiento de depresión.
Dado que a muchas personas no les gusta ver a sus amigos infelices, cuando alguien parece estar malhumorado, sus amigos pueden intentar tomar medidas para aliviar la situación, desde mediar en una disputa hasta organizar una fiesta. A veces, tales esfuerzos fracasan, porque las personas no comprenden la causa raíz de la depresión, o el temperamento de alguien simplemente no es adecuado para cualquier técnica de intervención que se utilice. Es por eso que es común que se les advierta que alguien se siente deprimido antes de visitar, para que las personas puedan prepararse para una interacción que puede no ser agradable.
A veces, las personas simplemente pasan por una fase de infelicidad en la que ni siquiera los amigos mejor intencionados pueden ayudar. La depresión y la tristeza son estados naturales de ciertos períodos de la vida de las personas y, a veces, es mejor superarlos que intentar reprimirlos. Muchas personas aprovechan estos períodos como una oportunidad para la introspección, y algunas optan por seguir la terapia para hablar sobre los problemas que les pueden preocupar.