La violencia de la pareja íntima contra los hombres se refiere a situaciones en las que los hombres son victimizados en las relaciones. Un hombre puede ser victimizado de muchas formas por una mujer o por otro hombre. Desafortunadamente, en la mayoría de las comunidades hay menos recursos para estas personas y se toman menos medidas contra los perpetradores. La obtención de estadísticas fiables sobre la prevalencia de la violencia infligida por la pareja íntima contra los hombres también puede resultar problemática debido a las tácticas de aplicación de la ley y la limitada información.
Existe una desafortunada tendencia en la sociedad a que el abuso en las relaciones íntimas se asocie con un hombre que daña a una mujer. Esta es una tergiversación drásticamente falsa de la realidad. Las mujeres suelen abusar de los hombres. Los hombres que mantienen relaciones homosexuales también son objeto de abusos por parte de sus parejas del mismo sexo. El término que se usa comúnmente para describir estas situaciones es violencia de pareja íntima contra los hombres.
Se puede abusar de un hombre de todas las formas en que se puede abusar de una mujer. Esto incluye el tratamiento mental y emocional adverso, como el abandono y el ridículo. Incluye violencia menor y mayor, como bofetadas, mordiscos y apuñalamientos. Los hombres también pueden sufrir abusos sexuales si se ven obligados a cometer ciertos actos o si sus parejas los lastiman intencionalmente mientras participan en actividades íntimas. Si y cuando los casos de violencia infligida por la pareja íntima contra hombres se llevan a los tribunales, la justicia suele ser menos eficaz que cuando las víctimas son mujeres.
También suele haber menos recursos dedicados a la violencia infligida por la pareja íntima contra los hombres. Hay varias razones por las que este es el caso. La actitud de la sociedad hacia los hombres como víctimas es un problema importante. Es menos probable que los hombres denuncien incidentes debido a la reacción que obtendrán. En algunos casos, los informes de abuso por parte de hombres se subestiman y se desestiman. Otro problema importante es que las leyes de violencia doméstica en muchas jurisdicciones requieren que el agresor principal sea arrestado. Se ha descubierto que en situaciones que involucran a un hombre y una mujer, los agentes de la ley tienden a arrestar al hombre independientemente de las circunstancias.
Determinar la prevalencia de la violencia de pareja íntima en las relaciones homosexuales está plagado de más obstáculos. Por ejemplo, gran parte de la legislación sobre violencia doméstica describe específicamente a quién pertenecen las leyes. En algunos casos, la redacción especifica que los socios deben ser del sexo opuesto. Como resultado, las víctimas homosexuales deben abordar la violencia bajo delitos generales, como asalto y agresión o acoso. Además, en comunidades conservadoras o tradicionales, la homosexualidad puede ser condenada al ostracismo, lo que puede impedir que las personas denuncien incidentes.